En Bogotá se respira teatro. Se habla, se comenta y se aprende de él. Hay admiración por ciertas escenografías, por ciertas escenas y por ciertas técnicas a la hora de actuar. Entonces, se evocan nombres como los de Lee Strasberg, Stanilavski, Bretch, Brook... Los grandes hombres del teatro de los últimos siglos.
Sus teorías y prácticas son casi universales. Sin embargo, el director, actor y dramaturgo estadounidense David Mamet dijo recientemente, en el libro Verdadero y falso: herejía y sentido común para el actor, que rechaza a la escuela como formación de actores y critica a los métodos existentes. La discusión se abrió.
En el caso colombiano, el actor Humberto Dorado también los critica, pero por nada diferente a que en Colombia no existe un especialista en alguno de ellos. Lo confieso: Mi método consiste en cómo no perder el trabajo . El también cree que el aprendizaje en el país se da de una manera empírica y precaria.
El profesor de actuación Rubén Di Pietro, por su parte, considera que cada instructor desarrolla su propio método y el suyo es trabajar sobre la personalidad del estudiante.
La también profesora Vicky Hernández, homónima de la actriz, piensa que lo ideal es que el actor conozca todas las formas de llegar a su personaje y encuentre él mismo su método. Ella dice que hay que ser ecléctico (robarse un poco de todos). Prefiero a Bretch por la caricatura social que propone y por la técnica del distanciamiento, es decir, el control del actor sobre el personaje , explica.
No se trata de copiar métodos. No concibo el arte sin la imaginación. Me gusta, por ejemplo, Peter Brook que, a pesar de ser inglés, tiene elementos universales y jocosos , dice Alvaro Rodríguez, teatrero y actor de televisión.
Pero, sea cual sea el método, sus aplicaciones en la televisión son difíciles. Di Pietro dice que, definitivamente, la base de la actuación es el teatro porque el que se forme como actor de TV no sobrepasa la prueba de hacer grandes obras. La TV es una industria y tiene su propio sistema de trabajo, por lo que produce buenos improvisadores (no tienen rigurosidad en el manejo del libreto, por ejemplo) , anota.
Hernández hace hincapié en que los actores de televisión no los usan porque en la pantalla no se nota una técnica, pero en el teatro sí. Para ella el método Strasberg se acomoda más a la pantalla chica por aquello de lamemoria emotivai (usar mis propias emociones para prestárselas al personaje).
Entre tanto, Rodríguez dice que Stanislavsky que consideraba que las tres fuerzas de la vida psicológica del hombre, la inteligencia, la voluntad y la emoción debían participar en la creación de un personaje, ideas que también retomó Strasberg , fue mecánicamente copiado por algunos actores pero, como era de esperarse, no funcionó.