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LA SALUD COMO LOS BANANOS

Con los acuerdos bilaterales de comercio (o tratados de libre comercio, conocidos con la sigla TLC), Latinoamérica exportará tal vez muchas más flores con el riesgo de quedarse sin una sola flor para el entierro de aquellos que morirán a causa de la falta de medicamentos esenciales. En los últimos tres años, los países en desarrollo ganaron una batalla en el campo de la salud, en el marco de las negociaciones multilaterales de comercio de la Organización Mundial de Comercio OMC, pero desafortunadamente los acuerdos bilaterales de comercio con Estados Unidos (Costa Rica, Centro América, Marruecos, Chile, Jordania, Singapur, Sri Lanka...) parecen querer dar un paso atrás. No solo desvirtuando los avances adquiridos sino queriendo someter el sector salud a una lógica comercial despiadada donde los derechos, valores y principios se negociarían como se negocian los textiles, computadores o bananos. Desde el punto de vista del comercio, todo es negociable, mercancía contra mercancía. Desde e

Con los acuerdos bilaterales de comercio (o tratados de libre comercio, conocidos con la sigla TLC), Latinoamérica exportará tal vez muchas más flores con el riesgo de quedarse sin una sola flor para el entierro de aquellos que morirán a causa de la falta de medicamentos esenciales. En los últimos tres años, los países en desarrollo ganaron una batalla en el campo de la salud, en el marco de las negociaciones multilaterales de comercio de la Organización Mundial de Comercio OMC, pero desafortunadamente los acuerdos bilaterales de comercio con Estados Unidos (Costa Rica, Centro América, Marruecos, Chile, Jordania, Singapur, Sri Lanka...) parecen querer dar un paso atrás. No solo desvirtuando los avances adquiridos sino queriendo someter el sector salud a una lógica comercial despiadada donde los derechos, valores y principios se negociarían como se negocian los textiles, computadores o bananos. Desde el punto de vista del comercio, todo es negociable, mercancía contra mercancía. Desde el punto de vista del comercio, todo es negociable, mercancía contra mercancía. Desde el punto de vista de la Salud pública, el acceso a la atención sanitaria y el acceso a medicamentos es un derecho y los derechos de los ciudadanos NO se negocian contra mercancías.
La justificación para globalizar los estándares de patentes para las medicinas exigida por el ADPIC, es que esta es la manera para asegurar la continuidad de la investigación y desarrollo-I&D- de nuevos productos en gran parte, en manos del sector privado. El argumento es que la investigación es muy costosa y la patente con una duración de 20 años concede un monopolio que permite recuperar y remunerar los gastos de investigación. Según el acuerdo ADPIC de la OMC, los miembros de esta Organización deben dar una protección de patentes para medicamentos durante, mínimo, 20 años. Este monopolio de 20 años impide a los fabricantes de genéricos producir estos medicamentos durante este período, haciendo imposible la libre competencia, que en los últimos 50 años hizo bajar significativamente los precios de los medicamentos. Este sistema de investigación y desarrollo-I&D- de nuevos
productos, basado en un sistema comercial de monopolio, mantiene los precios altos impidiendo que la mayoría de los productos descubiertos sean de acceso inmediato al mayor numero de personas que los necesitan.
Los países en desarrollo tardaron cuatro años para descubrir y hacer reconocer los mecanismos de excepción contenidos en el acuerdo de los ADPIC para proteger la salud pública y el acceso a medicamentos en particular. En la conferencia ministerial de Doha, en noviembre del 2001, estos derechos
fueron ratificados bajo la presión de los países en desarrollo unidos ante el drama sanitario de epidemias como el sida y muchas otras enfermedades evitables o curables con un acceso regular a medicamentos. En los últimos tres años, el debate en el seno del sistema multilateral de comercio aceptó que el derecho a la salud estaba por encima de las obligaciones comerciales. La discusión se centró en que la salud estaba primero y cuáles eran las excepciones que podían concederse. Las tensiones entre la salud y el comercio parecían calmarse, pero las exigencias de los acuerdos bilaterales-TLC- en el campo de la propiedad intelectual relacionados con la salud vienen hoy a cuestionar lo que parecía ser un avance aceptado y ratificado por la
comunidad internacional. Muchos acuerdos bilaterales o regionales de comercio pretenden incorporar medidas al campo de la propiedad intelectual que van más allá de los requisitos acordados en el acuerdo ADPIC. Extensión por un
periodo superior de 20 años de la duración de la protección de las patentes, limitación en el posible uso de los mecanismos de excepción para proteger la salud, como son las llamadas licencias obligatorias (1) o las importaciones paralelas (2). En general, hay una tendencia a limitar los
derechos adquiridos en las negociaciones multilaterales en el seno de la OMC, a través de acuerdos bilaterales donde el poder de negociación es dramáticamente desequilibrado y desigual. Veamos un poco en detalle cuál fue el progreso, en qué se avanzó, qué se ganó en los últimos cuatro años para entender mejor qué es lo que se está perdiendo o se arriesga a perder.
Por primera vez en los 55 años de existencia de actual sistema internacional de comercio-GATT y OMC- la conferencia ministerial de la OMC en Doha, noviembre del 2001, da un tratamiento especial a los medicamentos, aprobando una declaración sobre el acuerdo ADPIC y la salud pública. Se admite y afirma que un medicamento que puede evitar la enfermedad o la muerte o que puede recuperar la salud no es una mercancía como cualquier otra. Se abren las puertas para aceptar que el debate sobre el acceso a medicamentos que pueden salvar vidas no es un debate jurídico-comercial, sino ético y de derechos humanos. Algunos se atreven a lanzar la idea del medicamento como un bien público a nivel mundial. Doha, como lo afirma Carlos Correa (3), representa, más que el final de un proceso, el paso inicial para repensar el acuerdo ADPIC a la luz del interés público, pero los TLC pueden ser el final de la esperanza de Doha.
Este paso de Doha es particularmente importante, si se tienen en cuenta las contradicciones a las que está llegando el sistema de I&D de nuevos productos farmacéuticos; se patenta para poder investigar pero el fruto de esa
investigación no es accesible a todos. Hay evidentemente que salvar la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos siempre y cuando éstos puedan salvar vidas tan pronto son descubiertos. En los últimos 20 años no ha habido prácticamente investigación para desarrollar medicamentos para enfermedades que afectan a millones de personas en los países en desarrollo, como son la enfermedad de Chagas, la leishmaniasis, la schistosomiasis o la enfermedad del sueño.
El actual sistema de I&D de medicamentos no es transparente en los costos reales de la investigación, ni en los sistemas de fijación de precios, ni en la forma como se deciden las prioridades de investigación, ni en la confidencialidad que se pretende dar a los datos del registro sanitario, informaciones que deberían estar en el dominio público.
Este último punto, sobre la protección exclusiva de datos, merece un análisis particular porque, como lo afirma Carlos Correa, puede ocasionar una pérdida grave de las flexibilidades permitidas por el ADPIC: la inclusión en
los TLC de la obligación no exigida bajo el ADPIC de otorgar un plazo de exclusividad respecto de los datos de prueba presentados para la aprobación de comercialización de productos farmacéuticos. El artículo 39.3 del ADPIC sólo impide el uso comercial desleal de la información Confidencial presentada, en tanto que los TLC impedirían al segundo solicitante fundarse en la aprobación otorgada a la parte que presentó la información. La aceptación de esta exigencia significaría que las autoridades sanitarias
nacionales no podrían sustentarse en un registro previo para aprobar un producto farmacéutico similar, durante cinco, ocho o diez años, según lo que acepte cada país. Esto, como la afirma Correa,del mercado a productos de la competencia, con las inevitables consecuencias sobre los precios de los medicamentos.
El sistema de I&D de medicamentos, basado en un modelo comercial fundado en el monopolio que otorgan las patentes, podría entrar en una grave crisis en los próximos años. Crisis que no solo afectaría los países en desarrollo, donde el sistema no consigue responder a los problemas actuales, como el acceso a ARV por ejemplo, sino también a los países desarrollados. Por este motivo, algunos empiezan a sugerir mecanismos y soluciones alternativas e innovadoras que permitan salir de esta contradicción que parece ser un
círculo vicioso. El desafío consiste en encontrar alternativas sostenibles, a largo plazo, a nivel mundial.
Soluciones innovadoras para buscar alternativas y mejorar el sistema actual, es lo que se espera de la Comisión independiente recientemente establecida por la OMS, sobre la Propiedad Intelectual, la Innovación y la salud pública. Esta Comisión deberá, entre otras cosas, analizar la importancia y la efectividad de los derechos de propiedad intelectual y de otros incentivos, y encontrar mecanismos que estimulen la I&D de nuevos medicamentos. Se trata de una problemática especialmente compleja donde se
interrelacionan actores, intereses y discursos de muy distinta naturaleza y origen, haciendo necesario un enfoque integral y multidisciplinarIO sobre el tema. Una visión que permita conciliar la legalidad internacional vigente y los respectivos órdenes jurídicos internos, así como combinar el ejercicio del comercio con el respeto a los derechos humanos. Primero, es necesario racionalizar el sistema y definir las prioridades de la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos con base en las necesidades reales de salud de la población y no sobre la base de los mercados potenciales, como sucede actualmente. Segundo elemento, la investigación debe ser principalmente pública y no privada. Cómo
financiaría el sector público esta investigación? Existen actualmente algunas pistas que se deberían elaborar un poco más:
-parte de los impuestos al tabaco y al alcohol, como lo hace ya Tailandia
- un impuesto a las ventas mundiales de medicamentos
- un impuesto a la publicidad farmacéutica, donde se invierten o gastan hoy billones de dólares?
- un impuesto a los mayoristas de medicamentos?
- un impuesto a los juegos y loterías
-el impuesto Tobin a la transacciones financieras internacionales como lo proponen Canadá, el PNUD, Iglesias; 0,5 por ciento a través de un acuerdo internacional y cuyos fondos serían destinados a financiar la investigación
y el desarrollo de nuevos productos que se pondrían en el mercado inmediatamente sin la protección de una patente y, por lo tanto, sin incluir en el precio el costo de la investigación que ya fue pagada por otras vías.
-se dio un estatuto-tratamiento especial a los medicamentos en Doha, por qué no dar también un tratamiento especial a la I&D de nuevas medicinas?
- no es la investigación, en los campos que tocan a la vida humana, un bien público?
-los ensayos clínicos, que cuestan sumas gigantescas, y que actualmente la industria privada tiene que pagar y agregar como parte de los gastos de investigación y por lo tanto al costo/precio del medicamento, no deberían ser pagados por los gobiernos. No son los ensayos clínicos para el descubrimiento de nuevos medicamentos un bien social? No existe creciente desconfianza y recelo sobre la manipulación de resultados de estos estudios por la industria farmacéutica, que los diseña, los conduce, los supervisa y
los financia? Hace un poco más de un año los editores de las principales revistas científicas del mundo expresaron su preocupación por el manejo de los estudios y resultados en un editorial conjunto. No debiera el mundo confiar esa tarea a organismos públicos o a establecimientos académicos
independientes?
Cualquiera que sea la forma o combinación de formas, estas nuevas fuentes de financiamiento-como lo afirma W.K. Farlow, de la Universidad de Oxford- tendrán que ser:
1. Sumas suficientemente grandes.
2. Ser más baratas y eficientes que las anteriores formas de
financiamiento.
3. Y deberán tener una clara estabilidad a medio y largo plazo.
Prolongar a la fuerza, a través de un tratado bilateralde comercio, un sistema que comienza una crisis evidente, no sería razonable ni sensato. El argumento de que si la balanza comercial es positiva y las exportaciones se triplican, no importa que los medicamentos mañana cuesten el doble, es altamente peligroso en países donde los mecanismos de redistribución de la riqueza nacional son débiles o inexistentes. O en países donde los sistemas de salud no han conseguido todavía integrar totalmente el reembolso del
medicamento como una parte de la prestación ofrecida al ciudadano. En el 90 por ciento de los países en desarrollo, los medicamentos son pagados directamente por el paciente, sin que le sean reembolsados por algún sistema
de seguridad social, como sucede en los países industrializados. La no disponibilidad de medicamentos puede poner en peligro la viabilidad de los sistemas de salud, que con grandes dificultades muchos países han estado
construyendo desde hace varios años.
Según un estudio realizado por Alvin Chaves (4), de la Caja de Seguro Social en Costa Rica, país que ha logrado una cobertura del ciento por ciento en materia de medicamentos a través de las compras estatales de productos genéricos, si no fuera posible la compra de genéricos la cobertura se
reduciría solo al 19 por ciento de la población. El mismo estudio demostró también que el gasto en ARV, que es hoy en día un 5,9 por ciento del gasto total en medicamentos, pasaría a ser el 16 por ciento si los medicamentos genéricos no estuvieran disponibles.
Pero el problema no es apenas para los países en desarrollo. Hasta qué punto los sistemas de salud de los países industrializados podrán seguir soportando el aumento de los costos del reembolso de medicamentos frente a la aparición, por ejemplo, de nuevos medicamentos para las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, o los medicamentos que serán desarrollados y patentados con base en la investigación, realizada con fondos públicos, sobre el genoma humano y todas las terapias ligadas a los problemas debidos al envejecimiento de la población?(5)
En Estados Unidos, los centros de Medicare y los Medicaid Services (CMS) han proyectado que los gastos nacionales en salud van a duplicarse (de 1,4 trillones a 2,8 trillones de dólares) entre el 2001 y el 2011 (6). Las CMS estiman que los gastos en productos farmacéuticos se triplicaran entre el 2001 y el 2011 pasando de 142 a 414 billones de dólares. Como resultado, los aseguradores privados tendrán como dilema reducir las prestaciones o aumentar las primas.
En muchos países europeos, el porcentaje del gasto en medicamentos en relación con los gastos en salud es significativamente más elevado que el de Estados Unidos, donde los medicamentos representan el 10 por ciento de los
gastos de salud, frente a 17 por ciento en Francia (7), 16,3 en Bélgica, 17,1 en Grecia, 12,8 en Alemania. (8)
De los países de Europa Occidental, que a pesar de períodos ultraliberales como los años Thatcher en Inglaterra, han sabido preservar el derecho del acceso a la salud y a los medicamentos como un bien público, vendrán las soluciones futuras. Y si la Organización Mundial de la Salud tuviera que dar una prescripción para la epidemia de los TLC, qué diría? Lo mejor, como ya se dijo en Alma Ata, sería prevenir. Y vacunar los TLC con una decisión política que diga:lo que pueda negativamente afectar los derechos de acceso a los medicamentos y a la atención de salud NO ES NEGOCIABLE y deberá ser excluido de todo tipo de acuerdo comercial . Simple decirlo, complicado obtenerlo; todo dependerá del coraje, la convicción y la capacidad que tengan los gobernantes de hoy de no vender el acceso a la atención sanitaria del futur.
NOTAS
1- La licencia obligatoria es la autorización que el Estado puede dar a un tercero para utilizar un medicamento patentado, sin el consentimiento del titular en casos de no explotación de la patente, emergencia sanitaria u otras circunstancias que pueden ser definidas por las legislaciones de cada país.
2- Las importaciones paralelas permisibles bajo los ADPIC, en conformidad con el principio de agotamiento internacional, tienen lugar cuando se importan medicamentos protegidos por patentes, sin la intervención o consentimiento de su titular, con el fin de beneficiarse de los precios más bajos con los que esas medicinas han sido vendidas (legítimamente) en otro país.
3- (Título completo...) WHO/EDM/PAR/2002.3 pág. 47
4- Alvin Chaves, Política de medicamentos genéricos y el acceso a medicamentos, conferencia dictada en Lima (Perú), 30 de enero del 2004
5- Ver G. Velásquez, Monde Diplomatique, Julio 2003.
6- S. Heffler, S. Smith, G. Won et al. Health Spending Projections for 2001-2011. The Latest Outlook . Health Affaires (Mar/Apr. 2002) 207-218.
7- Le Monde 23 o 24 de abril 2003, anuncio del gobierno de pasar a reembolsar de 65 a 35 por ciento 617 medicamentos y no reembolsar 100.
8- OCDE Health Data 2002 4th ed.
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