Con El tigre de la Malasia, Salgari abandonó su trabajo como redactor de crónicas del diario Nuova Arena de Verona para dedicarse sólo a escribir libros de aventuras, que ese mismo periódico comenzó a publicar en forma de folletín el 16 de octubre de 1883.
El tigre de la Malasia se publicó en capítulos todos los días hasta el 13 de marzo de 1884. Dos años más tarde lo compró un diario de Livorno, Il Telgrafo, que lo publicó en 135 capítulos y en 1890 pasó a la Gazzetta di Treviso en 154 capítulos.
En pago por aquel trabajo que los diversos editores cambiaron como mejor les pareció, Salgari recibió una torta.
Según algunos biógrafos, Salgari escribió toda su obra, los seis volúmenes de la saga de El corsario negro, Los pescadores de perlas y El león de Damasco, por citar sólo algunas, sin haberse movido jamás de un café del puerto de Génova donde recogía los relatos de los marineros que volvían de lejanos países.
Otros, en cambio, sostienen que fue durante sus viajes como capitán de la Marina Mercantil italiana en los que acumuló la experiencia que luego utilizó para sus novelas escritas febrilmente. OCTAVIO PAZ Rebuznos bélicos México AFP La polémica sobre la guerra en el Golfo Pérsico, que desde hace semanas se desarrolla en la prensa mexicana, adquirió nuevos ribetes cuando Octavio Paz, premio Nobel de Literatura 1990, calificó de burro al periodista argentino Gregorio Selser.
El pasado domingo el escritor e historiador mexicano Enrique Krauze publicó un largo artículo en el periódico La Jornada en el que, entre otras cosas, criticó a la izquierda mexicana por atacar a Israel y adjudicó posiciones antisemitas a algunos sectores periodísticos.
Un día después y en el mismo medio, Selser replicó las posiciones de Krauze al que además llamó palafrenero mayor de Octavio Paz. Desde hace casi una década, Paz y Krauze trabajan juntos y dirigen la revista Vuelta.
Luego, Octavio Paz envió una carta al director de La Jornada en la que dice: Yo no tengo palafreneros porque no tengo establo, pero si lo llegara a tener, Gregorio Selser ocuparía su pequeño lugar en el pesebre de los burros .