Todo estaba listo para que Carlos Valderrama fuera a entrenar al estadio Eduardo Santos con los jugadores del Unión Magdalena.á La prensa y los fanáticos madrugaron para verlo en acción. Sin embargo, el Pibe no se presentó, dejando aburridos a los hinchas y desconcertada a la prensa local. Qué pasó?á Alá Pibe se le pegaron las cobijas y se levantó con una pereza increíble para la primera cita con el fútbol este año. Allí se dio cuenta de que su retiro había llegado.
"Ya me fui del fútbol. La página se acabó. No lo niego, recibí una invitación por parte de Eduardo Dávila (mayor accionista del Magdalena) y del profesor Eduardo Retat para cumplir mi sueño de terminar mi carrera en el Unión. Tenía cita el 5 de enero a lasá 6:30á a.m. para entrenar, pero me levanté a las 8. Cuando esta situación se presenta uno se da cuenta que es mejor irse", le dijo ayer el Pibe Valderrama a la prensa nacional en Barranquilla.
El ex capitán de la Selección Colombia sintió la tentación de volver al fútbol, convencido de que todavía tenía mucho por ofrecer.En una conversación informal con Dávila dejó entrever la posibilidad de incorporarse al plantel. La noticia se regó como pólvora en Santa Marta y la expectativa por verlo creció. "Yo a nadie le he incumplido. Con el Unión Magdalena solo fue una invitación que ellos me hicieron y nada más", explicó Valderrama, ante acusaciones de falta de seriedad.
En este momento, las energías del Pibe están puestas en su partido de despedida el próximo primero de febrero en el estadio Metropolitano, a las 5 p.m. Cross Trading, empresa que organiza el evento,áinformó que será una fiesta deportiva inolvidable. Unos 25 jugadores de corte internacional fueron invitados, entre ellos, Diego Armando Maradona, Iván Zamorano, José Luis Chilavert, Eric Cantoná y Freddy Rincón. "Queremos que el Pibe se despida por la puerta grande, porque grande fue su fútbol para Colombia y el mundo" indicó el organizador del evento Juan Carlos González, que junto a René Pantoja, acompañaron al Pibe en la rueda de prensa.
Aunque el Pibe aún conserva la magia de su fútbol fino y talentoso, las ganas de despedirse y la pereza de madrugar, fueron más fuertes que la tentación de jugar. Es el adiós definitivo al futbolista más grande de Colombia de los últimos 20 años.