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LO ASESINARON PARA COBRAR SEGURO DE VIDA

Un seguro de vida que compró el actor Luis Fernando Ardila hace 30 días resultó ser su sentencia de muerte.

REDACCION JUSTICIA
El artista, que se hizo famoso por sus interpretaciones en la telenovela Gallito Ramírez y la serie Pequeños Gigantes, adquirió la póliza y registró como beneficiarios a tres de sus familiares y a Carlos Hernández Ramírez, un amigo con el cual vivía.
En caso de morir Ardila, a Hernández le corresponderían 100 millones y a los demás, 50, según las investigaciones de la Sijín y la Fiscalía.
A las 10:15 p.m. del pasado miércoles, dos sicarios que se movilizaban en una moto negra con la placa tapada con etiquetas de cerveza dispararon contra Ardila en el sector de Chapinero de la capital (carrera 6 con calle 54), luego de que el actor salió de una presentación musical en el teatro La Baranda.
Tras los disparos y el aviso de la ciudadanía, la Policía reaccionó con varias patrullas. Mientras una llegaba al sitio del tiroteo y acompañaba el cuerpo agonizante al hospital San Ignacio, a unas 12 cuadras del lugar, otras de dispusieron a perseguir a los sicarios con las indicaciones dadas por testigos.
Unos policías detectaron en la calle 58 con carrera Séptima la motocicleta negra Suzuki AX 100 en la que iban los presuntos sicarios. Al sentirlos cerca, el parrillero saltó de la moto y corrió hacia el occidente; mientras tanto, el conductor siguió su marcha. Los uniformados también se dividieron para capturarlos.
En la carrera 13 con calle 58 el policía, corriendo, alcanzó al parrillero. Se trataba de Fabio Ernesto Cruz Orjuela, de 22 años, quien tenía en su poder una pistola calibre 32 milímetros con cuatro proyectiles y dos cartuchos, unos guantes quirúrgicos y un teléfono móvil.
Entretanto, el policía motorizado alcanzó al otro hombre en la carrera 16 con calle 57. Lo identificaron como Harold Ramírez Moncada, de 34 años, y también le decomisaron un celular.
Los presuntos sicarios fueron llevados al CAI de la carrera Séptima con 60, donde empezaron a ser entrevistados por los investigadores de la Sijín.
Mientras tanto, en el centro asistencial el reconocido actor trataba de ganarle la batalla a las dos heridas de bala que tenía en su cabeza. A las 0:30 de la madrugada de ayer, murió.
Lo estaban siguiendo
Los sicarios, según dijo el general Héctor García, comandante de la Policía de Bogotá, admitieron a los investigadores ser los responsables materiales del crimen y dijeron que desde hacía 15 días estaban siguiendo a Ardila.
Según el oficial que dirigió la investigación, los detenidos afirmaron que por la muerte del actor les iban a pagar 5 millones de pesos. Motas , un hombre que según ellos vive en el barrio Fátima, en el sur de Bogotá, fue quien los contrató.
Tras unas preguntas, Cruz admitió ser amigo íntimo del que los contrató ( Motas ) y que éste, a su vez, había sido contactado por el compañero de apartamento de Ardila para que cometieran el asesinato. Incluso Cruz dijo que Hernández debía estar a esa hora en el hospital con Ardila , aseguró el oficial.
Con la descripción que Cruz les dio, los investigadores de Policía y Fiscalía fueron al hospital San Ignacio y detuvieron a Hernández, de 22 años, a quien le encontraron en sus bolsillos una carta que días atrás le había escrito Ardila.
Según los investigadores, Ardila le decía en la carta a su compañero que tratara de terminar la carrera universitaria que, al parecer, él mismo le estaba pagando.
Dos horas después los agentes fueron hasta la carrera 36 con calle 52A sur, barrio Fátima, y detuvieron a Motas , quien fue identificado como Andrés Fernando Jaramillo Rodríguez.
En varias ocasiones, afirma la Fiscalía, este hombre -amigo de infancia de Hernández- llevó a Cruz al Teatro La Baranda para mostrarle a Ardila y fue quien le entregó el arma homicida.
Agentes del CTI de la Fiscalía dijeron que, al parecer, Hernández ya había pagado, en tres cuotas, un millón 800 mil pesos por el asesinato de su compañero de apartamento. El (Hernández) tenía una tarjeta débito amparada de una cuenta de Ardila y sacaba dinero de allí. Con eso dio el adelanto para el crimen , aseguró uno de los investigadores.
Ayer mismo los cuatro detenidos comenzaron a rendir indagatoria ante un fiscal seccional de Bogotá.
LUIS FERNANDO ARDILA, UN DEVOTO DE SHAKESPEARE
Gallito Ramírez, en 1986, fue la entrada de Ardila a la TV. En esta novela interpretó al Papi Juliao, personaje que incluso apareció en una propaganda de mermelada.
Siempre fue un muchacho juicioso y trabajador. Era un estudioso de William Shakespeare , cuenta el actor y director argentino Julio César Luna, que lo dirigió en Gallito Ramírez, Alejo, Inseparables (donde hacía dos papeles: de hombre y de mujer) y la teatral Amadeus, su primer protagónico (Mozart). Estudió sicología y filosofía en la universidad Javeriana, se especializó en literatura allí mismo y estudió en la Academia de Música y Arte Dramático de Londres.
Actuó también en Pequeños gigantes, La mala hierba, Calamar, La madre, Azúcar, Sombra de tu sombra, Guajira, Milagros de amor, Pandillas, guerra y paz y Me amarás bajo la lluvia. Además, como Mariano Falcón, y participó en el filme Colombianos, un acto de fe.
Era mi asistente de libretos en Me amarás bajo la lluvia, y estaba emocionado con el proyecto de escribir conmigo los libretos de Amores imposibles , anota el libretista Gustavo Bolívar, entrañable amigo suyo.
Experimentado en la actuación, nunca le molestó trabajar junto a actores naturales o principiantes. Al contrario, fue maestro para ellos , dice Mario Mitrotti, director de Pandillas.
Sus allegados lo recuerdan como un hombre generoso y carismático. Cuando yo era niño, Luis me compraba juguetes. Un día, en mi cumpleaños me regaló un avión de plástico , recuerda su primo Alvaro Quiceno Gómez, que vive en Pereira.
A Luna nunca se le olvida que una vez le trajo un pedazo de carne desde Buenos Aires. El viajó a Argentina y le dije en broma que me trajera un filete... Y lo hizo! Lo tenía guardada en su refrigerador , afirma.
Sobre su vida personal se sabía muy poco. Amigos suyos como Luis Roldán, atinan a decir que él era muy reservado .
En una entrevista que concedió Ardila a Bravíssimo, de Citytv, así lo dijo, mediante un soneto de Antonio Machado: El día que yo me muera: que me olvide todo el mundo / No busco la inmortalidad, no me interesa / Quiero vivir intensamente con pasión y gusto, los que estoy viviendo ahora... .
REDACCION JUSTICIA
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