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LA MUERTE DE UN PELACHIVA

Dos balazos acabaron con la vida de Nilson Antonio Yate o el indioi como lo llamaban sus amigos de la barraLos Pelachivasi de Espinal, quien murió en la noche del jueves 13 de mayo con la gran frustración de no haber podido comprar y estrenar la camiseta original del Deportes Tolima, su equipo del alma.

Dos balazos acabaron con la vida de Nilson Antonio Yate o el indioi como lo llamaban sus amigos de la barraLos Pelachivasi de Espinal, quien murió en la noche del jueves 13 de mayo con la gran frustración de no haber podido comprar y estrenar la camiseta original del Deportes Tolima, su equipo del alma.
El indioi fue una de las tres víctimas de esa fatídica noche en el barrio Fátima, cuando cuatro desconocidos también acabaron con la vida de Eduardo Aroca de 59 años y de Yenny Carolina Calle de 12 años de edad.
Pero, pese a haber muerto sin la camiseta que lo trasnochaba y por la cual estaba ahorrando, Nilson Antonio Yate se dio el lujo en vida de acompañar al Deportes Tolima a todos los estadios del país y de verlo como campeón de Colombia en la Copa Libertadores. Ese era su gran motivo de orgullo.
De pocas palabras, incansable hincha y vendedor de refrescos en el peaje de Espinal,El indioi fue muerto en la misma casa en la que exactamente tres meses atrás había fallecido su padre, víctima de un infarto.
No tenía enemigos, lo único que lo preocupaba era vender sus refrescos Bon Ice de sol a sol, hasta que lograra reunir la plata para comprar la boleta del próximo partido del Tolima, ya fuera en Ibagué o por fuera del departamento.
A pesar de que después de la muerte de su papá, su madre María Gladys Perdomo le rogó que se fuera para Girardot a donde ella vive,El negroi no valoró esa alternativa, porque en Espinal estaban sus amigos de la barra, y porque le estaba yendo bien con sus ventas. Esta decisión lo condujo a esperar la muerte en Espinal.
El pitazo final
El día de su muerte,El negroi trabajó desde muy temprano a pesar del aburrimiento y elguayaboi que tenía por la eliminación del Tolima.
Cuentan sus amigos que Yate fue el más decepcionado al finalizar el partido entre los Pijaos y el Bucaramanga.
La noche anterior, como era su costumbre, había estado en el Murillo Toro, cuando el equipo pijao empató y sentenció su salida del campeonato.
24 horas después de esa decepción, el indioi moría víctima de las balas asesinas.
Durante ese jueves, Nilson Yate trabajó y acabó las ventas más temprano que de costumbre. Por esa razón se apareció por la casa de Humberto Borja,el pelachiva mayori , uno de sus mejores amigos, con quien habló de la eliminación del equipo.
aburrido porque se quedaría tres meses sin ver al vinotinto y oro. El dejaba de comer por ver al Tolima. Lástima que tampoco alcanzó a estrenar su camisetadiceHumbori quien sentirá su ausencia.
Humbori lo invitó para que se quedara en su casa esa noche, pues se transmitirían varios partidos por televisión, y ver fútbol era lo que más le gustaba alindioi .
Sin embargo, Yate, cogió su bicicleta sobre las ocho de la noche, y se despidió afirmando que se comería un maíz pira y se dormiría. Esa fue la última vez que lo vieron con vida.
Dos horas después,el indioi vio como de repente la tranquilidad de su casa paterna se veía atrofiada. Escuchó unos disparos en una casa vecina e instantes después sus asesinos entraron violentamente a su alcoba y con dos impactos en su cuerpo silenciaron para siempre a este inmejorable hincha.
El día de su sepelio, el ataúd de Nilson Yate fue decorado como un homenaje al hincha que siempre llevó adentro. LosPelachivasi lo lloraron y el Deportes Tolima perdió a uno de sus más fieles seguidores.
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