Ese afán de enriquecimiento cultural se evidenció en la cantidad de teatros que tenía la ciudad, el Ateneo, Cisneros, Emiliano, Colombia, Apolo, etc., pero después vino la palometa , como dice Alfredo Gómez Zurek, llegó la decadencia, se fueron destruyendo estos escenarios y cuando sólo quedó el Apolo, éste dio paso a una sala de cine (el Metro Dos) y de esa manera se acabaron los lugares para presentación de los artistas , recuerda.
La inquietud de no dejar morir del todo este pasado artístico hizo que un grupo de ciudadanos conformará un comité pro-teatro municipal. En 1950 la Sociedad de Mejoras Públicas inició el proceso que culminó con el Teatro Municipal Amira de la Rosa, ubicado en la carerra 54 con calle 53, que precisamente el 25 de junio cumple 10 años de actividades artísticas.
En esta empresa contribuyó de manera significativa la Subgerencia Cultural del Banco de la República, que lo adquirió en comodato por 99 años a través de un contrato que se firmó en 1980 y el teatro se convirtió en sede del Area Cultural del Banco Emisor.
Desde ese momento, el Teatro se convirtió en el epicentro de todas las manifestaciones culturales. Su estructura es moderna y cuenta con una Sala Principal, que tiene muy buena acústica, salón múltiple, foyer y tercer piso que ha acogido todas las actividades: ballet, drama, comedia, danzas folclóricas, ópera, orquestas, homenaje a artistas de gran fama nacional e internacional y también ha sido eje de exposiciones, conferencias, foros, lanzamiento de libros, recitales de poemas, etc. Nace el Teatro El Teatro es producto de un esfuerzo colectivo en el que se destaca la participación de un comité integrado Ezequiel Rosado (presidente de la Sociedad de Mejoras), Rafael Juliao, Alfredo De la Espriella y Alfredo Steckerl quienes tocaron todas las puertas para hacer realidad el sueño de tener un centro cultural.
Para incentivar a los demás a colaborar se hacían funciones con el teatro aún en obra negra, eran tan incómodas las presentaciones en 1970-71-72 que los asistentes debían llevar sus propias sillas, pero todos lo hacían por una buena causa. Uno de los artistas que colaboró intensamente fue la escritora y poetisa costeña Amira de la Rosa, en cuyo honor fue denominado el teatro, por iniciativa del Concejo barranquillero.
Ante las dificultades para concluirlo y la falta de dotación, Oscar Fernández, Pedro Martín Leyes y Rafael Gómez Quijano (gerente seccional del Banco de la República en 1980) propusieron al entonces presidente Julio César Turbay Ayala que fuera padrino de la obra a fin de que el Banco de la República lo concluyera.
Y fue así como el 25 de junio de 1982, el presidente Turbay Ayala inauguró el Teatro Amira de la Rosa con la presentación del Ballet de Canadá, de Eddy Toussaint. Desde ese tiempo es dirigido por Alfredo Gómez Zurek.
Hoy por el teatro han pasado grandes artistas como la Orquesta Sinfónica de Colombia, Opera de Colombia, Incoballet, Teatro Nacional, Francisco Zumaqué, Martha Senn, Pablo Arévalo, Facundo Cabral, Sarita Montiel, Celia Cruz, Andy Montañez, Camerata de Hungría, Ballet Soviético, Música Antigua de Nueva York... Además se han hecho homenajes a dos juglares de la música vallenata; Alejo Durán y Pacho Rada.
Para la celebración de la década de actividades se presentará el concierto del Grupo Nuevo Barroco (integrado por Alvaro Huertas, César Iván Avila, Silvestre Illera, Carlos Paz y Armando Fuentes), que participó por Colombia con éxito en Expo-Sevilla en abril pasado.