Se pretende iniciar un proceso de concertación para que los precios de los productos, sobre todo los que conforman la canasta familiar, no sean reajustados por encima del 22 por ciento.
El Gobierno considera que ya puso su cuota de sacrificio, pues los bienes y servicios que están bajo su control como los combustibles y los servicios públicos, solo fueron incrementados en 22 por ciento.
Es decir, diez puntos por debajo de la inflación de 1990, que se ubicó en el 32.36 por ciento, una de las más altas de los últimos 27 años.
Algunos empresarios han indicado que no hay bases suficientes para mantener los precios controlados en las metas propuestas por el equipo económico, si se tiene en cuenta las dificultades en que se encuentra el sector privado por la política de control monetario.
Una de ellas es el encaje marginal, que fue colocado en el 100 por ciento por la Junta Monetaria. Esta medida restringira el crédito en 450.000 millones de pesos en los próximos seis meses.
Según voceros empresariales, es muy difícil limitar las alzas al 22 por ciento cuando solo las tasas de interés superan el 50 por ciento.
Otros estiman que un verdadero Pacto Social no se conviene como lo ha planteado el Gobierno. Es decir, reajustando los precios que tiene bajo su control y después llamando a los productores a la concertación.
En la reunión el equipo económico, encabezado por los representantes de los ministerios de Desarrollo, Hacienda y Trajo, y Planeación Nacional, explicarán la filosofía de las medidas adoptadas hasta ahora para controlar la espiral alcista.
A su vez, el ejecutivo escuchará los planteamientos de los representantes del sector privado para seleccionar propuestas y avanzar, de esta forma, en la elaboración del pacto social.
Según el Gobierno, de la solidaridad del sector privado depende que la inflación, calificada como el peor impuesto, se ubique en niveles razonables.
De acuerdo con algunos criterios que se expondrán al Gobierno durante el encuentro, es necesario flexibilizar decisiones de contracción monetaria tales como el encaje marginal del 100 por ciento.
Desde que se adoptó la medida, gremios como la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria), la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) y la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), calificaron como extrema esta determinación.
La medida implica, según los críticos, reducción del crédito. Y por consiguiente altas tasas de interés que desestimularán la inversión.
Desde ya se conoce que por ahora la decisión es irreversible, pues así lo hizo saber recientemente el ministro de Hacienda, Rudolf Hommes.
La reunión, se llevará a cabo hacia el medio día en la sede del Instituto de Fomento Industrial (IFI).