Una de las mayores preocupaciones que tiene el coronel Julis Romero Páez, comandante del Batallón Joaquín París, es que la guerrilla no vuele el Puente Nowen, la macroestructura que une al departamento del Guaviare con el Meta y que tiene 928 metros de largo.
Pero la seguridad del viaducto, se fundamenta también en un dolor de cabeza del comandante: las Alertas Tempranas.
Dicha figura, ante el llamado de alcaldes o gobernadores que presienten una amenaza sobre poblaciones o infraestructuras, obliga al comandante de la guarnición militar a disponer de los hombres que sean necesarios para impedir una acción de los grupos ilegales. De no atenderla, sería acusado de omisión.
Según el coronel, las Alertas Tempranas están frenando la capacidad operativa y de reacción de los batallones, ya que se deben disponer tropas en lugares donde se cree que puede ocurrir algo.
Estamos tratando de ejercer soberanía en una zona muy complicada con pocos hombres. Solo la Alerta Temprana del puente Nowen nos ha representado la vida de tres soldados y en los 133 kilómetros de jurisdicción, tenemos aproximadamente unas seis alertas de este tipo , explicó el comandante del Batallón Joaquín París.
Agregó que la seguridad en las poblaciones se da cuando hay un trinomio entre Estado, Fuerza Pública y población civil, pero admitió que hace falta más cooperación y compromiso de las comunidades en algunas poblaciones donde han llegado.