Los gestores de fondos de Estados Unidos y Europa están haciendo una apuesta grande, pero cubriéndose al mismo tiempo, a la recuperación del mercado de acciones japonés.
(VER CUADRO: TRATO GENEROSO).
Con la segunda economía del mundo intentando salir de una profunda recesión, los inversionistas de Occidente están comprando miles de millones de dólares en bonos convertibles que ofrecen casi nada o nada de interés por años. A pesar de parecer extraño, los inversionistas se están llevando estos bonos porque tienen la garantía casi absoluta que no perderán un gran riesgo en el mercado bursátil japonés en los últimos 10 años y podrían ganar un buen dinero si las acciones se recuperan de su mal momento.
Fujitsu Inc., Nikon Corp., Mitsubishi Corp. y Orix Corp. han cerrado operaciones de bonos convertibles en Occidente en las últimas semanas, recaudando un total de algo más de US$4.000 millones, o casi el doble de todo 2001.
Lo que sorprende de estas nuevas operaciones, dada la todavía precaria salud de la economía japonesa, es que se han cerrado bajo las condiciones más favorables nunca antes acordadas para empresas japonesas, permitiéndoles en algunos casos a pedir de forma efectiva dinero prestado sin pagar intereses por casi una década. Mientras tanto, los inversionistas se protegen más porque cuando los bonos vencen, es casi seguro que al menos recibirán el capital del título.
Por ejemplo, Mitsubishi Corp., conglomerado japonés, recaudó el mes pasado US$1.200 millones de un bono convertible con cupón cero que vence en nueve años. La compañía no tiene que pagar nada hasta 2011. Le devolverá el dinero prestado a los acreedores con acciones si su precio aumenta más del 25% con respecto al precio del momento de la emisión. Si el precio de las acciones no aumenta tanto, Mitsubishi sólo pagará el capital.
Para las empresas japonesas, los bonos convertibles ofrecen otra alternativa al principal problema económico del país: su prolongada crisis bancaria. Para los inversionistas, estos bonos convertibles son una apuesta al repunte de Japón Inc., en un momento en que más y más empresas japonesas están prometiendo reestructurarse y cuando la segunda economía del mundo muestra ciertas señales de recuperación.