TRADICIÓN Y ABUCHEOS EN LA INAUGURACIÓN

Con un espectáculo que combinó antiguas tradiciones coreanas, alta tecnología y abucheos al presidente de la FIFA Joseph Blatter, ayer se inauguró oficialmente la Copa Mundial de Fútbol Corea-Japón.

El presidente surcoreano Kim Dae-jung declaró inaugurado el torneo, luego de discursos del primer ministro japonés Junichiro Koizumi y de Blatter. Este último acaba de ser reelegido como presidente de la FIFA, a pesar de que había sido acusado de malos manejos de las finanzas de la federación.

Durante la ceremonia bailarines vestidos de amarillo en el centro de la cancha dieron paso a un grupo de mujeres con trajes verdes que hicieron un baile tradicional coreano.

En un segundo escenario futurístico hubo bailarines con trajes plateados rodeados por criaturas con aparatos de televisión en la cabeza.

Todo el terreno estuvo cubierto de pliegos de telas blancas, desde los cuales surgió una gigantesca campana, con pantallas mostrando imágenes de la pobreza y el sufrimiento en el mundo.

La Copa es la primera organizada por dos países. El partido inaugural se jugó en Seúl y la final tendrá lugar en Yokohama, en las afueras de Tokio.