El Circus Oz viene de muy lejos, de Australia, un país famoso por sus canguros, koalas y sus equipos de rugby y, ahora, por su circo.
Según Stephen Burton, el director artístico del grupo y Antonella Cacella, ellos combinan diferentes artes entre las cuales se destaca la música.
La música es parte fundamental de nuestro espectáculo. Se integra a la actuación y marcha al ritmo de la función . El rock es el ritmo que marca el paso pero en realidad se pueden encontrar diferentes estilos musicales ente ellos el bossanovo brasileño y ritmos tradicionales de los aborígenes australianos, pasando por house y la música clásica.
Casella asegura que esta mescolanza es una virtud porque les da una dimensión más universal. Entre los temas clásicos se pueden escuchar en el Circus Oz se encuentran algunos de Elvis Presley, New York New York y la Quinta Sinfonía de Bethoven.
Este circo es fruto de la búsqueda de un grupo de artistas australianos preocupados por encontrar nuevas formas de expresión. La respuestas la hallaron nada más y nada menos que en uno de los espectáculos más antiguos de la humanidad: el circo.
Sus integrantes son artistas que perfectamente pueden pasar fácilmente de hacer un Otelo shakespereano a ser el trapecista estrella del circo. Cien años de Soledad Para llevar a escena la novela de Gabriel Garcia Marquez, el grupo hungaro Szigligeti Szolnok tuvo que escoger entre todos los pasajes de la historia y escenficar los momentos mas significativos. La estructura del relato se mantiene atada al personaje de Ursula Iguran, representada por la actriz Mari Torocsik. El director Janos Taub, le ha dado a su montaje bastantes elementos epicos que resaltan la teatralidad y los dialgos entre los actores (habra traduccion simultanea). La version para teatro es de Vera Szekas, traductora de la novela. La primera escenificacion de la obra y su puesta en escena por parte de un grupo tan alejado cultural y espacialmente, son circunstancias que hacen mucho mas actractiva la presentacion de Cien anos de soledad . Un domingo Pensando en los ninos, el Festival Iberoamericano de Teatro presentara una muestra de tearo infantil, donde participan ocho grupos colombianos. Los munecos del grupo antioqueno La Fanfarria, apareceran con la obra Un domingo, que muestra lo que puede suceder ese dia alrededor de un balon. En Un domingo la gente esta a la expectativa del radio, se va al estadio, suena con los goles y se olvida del resto de la humanidad. Los munecos, creados en cartones y madera, se encargaran de mostrar como en la vida de la gente, el futbol deja de ser juego y se convierte en fanatismo.