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SANTAFÉ 1, LO MÁS IMPORTANTE EN EL ACUEDUCTO

El gerente de la Empresa de Acueducto, Francisco Javier Ochoa, destacó como el hecho más importante de su gestión, el haber conseguido el aval del gobierno nacional para el desarrollo del programa Santafé 1.
El texto de la carta de renuncia, dice:
Apreciado señor Alcalde:
Me permito presentar renuncia al cargo de gerente general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.
En el dia de mi posesión, el 17 de marzo de 1993, usted leyó una comunicación dirigida a la Junta Directiva del Sindicato de Trabajadores de la EAAB en la cual afirmaba que la Empresa, tal como está y por el camino que lleva, no es viable y hacía un llamado a todos los sectores sociales a un debate para identificar las medidas de fondo, verdaderamente heróicas y que urgen ante la necesidad de asegurar la existencia de una Empresa que garantice la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado y su mejoramiento .
Desde ese mismo dia, pensando en el bien de los habitantes del Distrito Capital, acepté el reto de trabajar sin descanso por la rehabilitación y fortalecimiento de la Empresa, y anuncié que no me temblaría la mano para tomar las decisiones que fueran necesarias.
En los trece meses que he estado al frente de la Empresa se han tomado medidas que han arrojado importantes resultados. Se estableció un proceso de contratación en audiencias públicas, modelo en la administración pública.
Se adoptó una política de ingreso y promoción de personal mediante un riguroso proceso de concurso y se redujo la planta de personal de 3.139 a 2.700 cargos; existe en la actualidad una nómina de 2.595 servidores. Se reorganizó la estructura organizacional de la Empresa para hacer más ágil la gestión administrativa suprimiendo 119 jefaturas con el propósito de desburocratizar, definir con precisión responsabilidades y facilitar la simplificación de trámites.
En mayo de 1993 se formuló el Plan de Rehabilitación y Expansión del Sistema de Acueducto y Alcantarillldo de Santafé de Bogotá , con una estrategia para adelantar las inversiones requeridas para el mejoramiento y expansión de los servicios, y otra encaminada al fortalecimiento institucional de la Empresa. Gracias a este plan, y a la decisión de no aceptar interferencias y aplicar una sana política administrativa, se recuperó la confianza del Gobierno Nacional y del Banco Mundial y se obtuvieron resultados que muestran la amplia aceptación de la política trazada por la Empresa. A ello contribuyó de manera decisiva la expedición del Estatuto Orgánico de Santafé de Bogotá que creó las condiciones para el manjeo autónomo de la EAAB. Usted es testigo de que ejercí mis funciones con plena autonomía sin temor a las situaciones de conflicto con el Concejo Distrital y con los organismos de fiscalización, ampliamente conocidas por la opinión pública.
En el campo financiero se logró romper la tendencia de deterioro que amenazaba su viabilidad y que comprometía la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado en el Distrito Capital. Las acciones que permitieron esta recuperación fueron: 1) La refinanciación de la deuda externa de la Empresa por valor de US$173 millones. 2) La reestructuración de la deuda que se tenía con el Gobierno Nacional por valor de US$15.5 millones y su cancelación mediante cruce de cuentas por concepto de servicios de acueducto y alcantarillado a las entidades nacionales; 3) La superación del déficit crónico que padecía la Empresa desde mediados de la década pasada, arrojando a finales de 1993 un superávit presupuestal de más de 10.500 millones de pesos; 4) La colocación exitosa de una emisión de bonos por $18.405 millones a un plazxo de seis años y a una tasa equivalente al DTF + 1.75 por ciento, inferior a las tasas del mercado, lo que representa una importante economía para la Empresa; 5) El incremento en los ingresos corrientes en un 40 por ciento como resultado de la incorporación a la facturación de más de 40.000 cuentas y la recuperación de cartera morosa;, y 6) La generación de recursos propios para inversión después de varios años en que ni siquiera se cubrieron los gastos de funcionamiento y servicios de deuda.
El nivel de endeudamiento, medido como la proporción de los ingresos corrientes que se define a pagar servicio de deuda externa, disminuyó del 52.4 por ciento en 1992 al 33.3 por ciento a finales de 1993, debido al aumento en los ingresos corrientes y a la refinanciación de la deuda externa. Además, por primera vez en muchos años, la Empresa cumplió con sus obligaciones en los plazos establecidos en los contratos recuperando la credibilidad que había perdido entre sus acreedores.
El pasado mes de febrero se firmó una nueva convención colectiva para el año 1994, con logros de gran trascendencia como la exclusión de los empleados públicos de los beneficios convencionales, aclarando así las relaciones entre directivas y trabajadores, y la creación de un fondo de pensiones para garantizar el futuro económico de sus jubilados.
En marzo terminó la construcción de la presa de San Rafael con un adelanto de siete meses y un ahorro cercano a los $1.000 millones. Se superaron los obstáculos al crédito con el gobierno japonés, consiguiendo las autorizaciones para realizar las compras de los suministros para la estación de bombeo, logrando un adelanto en el cronograma de ejecución que permitirá la conclusión total de la obra para el segundo semestre de 1995. Es de destacar un ahorro en la adjudicación de las bombas, del orden de los 6 millones de dólares, que significó una reducción del 37 por ciento con relación a la oferta hecha por la firma ganadora en febrero de 1993 cuando se declaró desierta esta compra. Por otra parte , se consiguió un préstamo con la Findeter por valor de US$ 10 millones para garantizar la terminación a tiempo de este importante proyecto y se logró redefinir el área de utilidad pública del Embalse, lo que le evitará a la Empresa conflictos con los propietarios y un ahorro importante en la compra de predios. Igualmente se concluyó la línea de conducción de acueducto a Funza, Madrid y Mosquera y se inició el programa de Renovación de redes.
En el área comercial quedan en marcha procesos que permitirán mejorar significativamente la atención al público y que le reportarán grandes beneficios económicos y de imagen a la Empresa. En el próximo mes de junio se reabrirá completamente remodelado y con un servicio profesionalizado, el Centro de Atención en el Centro Nariño. Igualmente queda en marchja el Programa de Desarrollo Informático y el Programa Educativo Integral, con los cuales se busca el cambio y la transformación cultural de la Empresa, así como la recuperación de la memoria técnica de la misma. Actualmente se avanza en la definición de procedimientos y en la simplificación de los trámites.
En el proceso de rehabilitación de la Empresa se adquirió una red de 400 computadores, con una plataforma unificada de sofware, se renovó buena parte del equipo automotor para atender las necesidades de las áreas comercial, técnica y operativa y se compró equipo pesado para las actividades de manetnimiento. Adicionalmente, se contrató mediante licitación pública el suministro de repuestos para el parque automotor y de combustibles.
Pero el logro más importante de todos y el de mayor trascendencia fue el haber definido y conseguido el aval de la Nación para el programa Santafé 1, por un valor de US$630 millones. Sin lugar a dudas el Programa Santafé 1 será el proyecto de mayor contenido social que realizará la ciudad en la última década de este siglo. Del éxito de ejecución de este programa dependerá que se aleje el riesgo de racionamiento que se cierne sobre la ciudad por la vulnerabilidad identficada en los sistemas de Chingaza y Tibitó; la solución del grave problema de las inundaciones que azotan a la ciudad en las épocas de invierno y el mejoramiento de las condicones de vida de más de un millón de personas que viven en extrema pobreza.
Los avances en este proceso de recuperación de la EAAB han sido aceptados por la opinión pública y registrados en los medios de comunicación. Por ejemplo, la Revista Semana en su informe de abril 24 de 1994 sobre las 100 empresas más grandes del país, se refirió a estos avances en los siguientes términos: Quien conozca lo difícil que es dirigir un servicio público en una ciudad con más de seis millones de habitantes, advertirá que lo que ocurre en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de la capital (EAAB), es un cambio del cielo a la tierra. En cuestión de meses, un sistema apático de ejecuciones presupuestales, y un paquidérmico aparato administrativo se han ido transformando en la EAAB, que es, sin lugar a dudas, uno de los ejemplos por imitar en la contratación administrativa y en un desenvolvimiento más razonable en los asuntos que tienen que ver con la atención al público y sus demandas de servicio. Aunque es un proceso en germinación, de prosperar se convertirá en breve en uno de los pocos ejemplos para seguir de la capital de la República .
Avanzar en este proceso de rehabilitación, crear y desarrollar la cultura empresarial, consolidar la autonomía y finiquitar el empréstito con el Banco Mundial para adelantar el Programa Santafé 1 son los retos que le esperan a quien me suceda en el cargo. Debo ser enfático en afirmar que si se debilitan las condiciones de autonomía para administrar la EAAB, difícilmente se podrán lograr los objetivos anteriores, situación que pone en peligro la supervivencia de la Empresa.
Quedo con una deuda de gratitud con la Junta Directiva, con mis colegas del Gabinete Distrital, con la Sociedad Colombiana de Ingenieros y Acodal, que apoyaron de manera decidida el análisis de la problemática del acueducto, con aquellos trabajadores que entendieron y se comprometieron con este proceso de cambio y con las personas que apoyaron mi gestión. Al equipo de gerencia que trabajó con inteligencia y entusiasmo por construir una visión positiva de futuro para la EAAB, lo recordaré con gratitud y admiración.
También deseo expresar mi reconocimiento al Gobierno Nacional y al Banco Mundial. Sin su apoyo, no hubiera sido posible avanzar en ese proceso de rehabilitación de la Empresa y en la concreción del Programa Santafé 1.
Le agradezco Señor Alcalde la oportunidad que me brindó de trabajar por la ciudad capital, en una época de dificultades pero también de grandes transformaciones institucionales .
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