Un logro diciente del programa es el de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) que ha conectado a más de 22 mil viviendas de estratos 1 y 2 al acueducto, favoreciendo a cerca de 114.000 habitantes de zonas marginales.
El Instituto de Desarrollo Urbano, por su parte, ha construido más de 50 kilómetros-carril de vías locales en los barrios de estratos 1 y 2, lo que da un cumpliendo muy bajo de las metas, pero esto se explica porque construcción de 673 de los 800 kilómetros carril establecido como meta para todo el periodo, está programada entre este y próximo año. Incluso, el IDU dice que espera superar la meta propuesta.
En lo que si se ha avanzado significativamente es en espacio público peatonal recuperado y mantenido conjuntamente con la comunidad: se ha llegado a193 mil metros cuadrados de los 202.300 previstos en el Plan de Desarrollo.
Estos resultados se han alcanzado con la participación de la comunidad en las 390 obras con saldo pedagógico para el mejoramiento del espacio público y comunitario con las que se han generado, según las cifras oficiales, cerca de 3.510 empleos directos.
En estos barrios, dicen esas mismas cifras, también se ha mejorado la tercera parte de las 33.000 fachadas que se esperan recuperar y se han reubicado a cerca de 831 familias localizadas en zonas de alto riesgo o en espacios públicos.
Según el gerente del Programa de Desmarginalización, Luis Alfonso Hoyos, a la fecha se están concluyendo obras en cinco zonas piloto y están en plena ejecución proyectos en otras 17 zonas. En proyección, hay obras en 24 zonas más.
En total, se alcanzará el medio millón de beneficiados que habitan 46 áreas de las 97 que cubre los barrios de estratos 1 y 2.
En las cuentas de Hoyos están 322 barrios legalizados y 700 diseños de alcantarillados locales.
La planta de acueducto de El Dorado está en terminación para el beneficio inmediato de 300.000 habitantes de Usme y cobertura futura de un millón más de personas, al igual que la planta Yomasa, que beneficiará a 10.000 personas.
En contraste con todo esto, está el retraso en materia de alcantarillado.
La Empresa de Acueducto dice que se ha avanzado en la construcción de 296 de red de alcantarillado en estos barrios, y se han hecho 3,2 kilómetros de red de colectores de agua lluvia y 14,4 kilómetros de red de interceptores de aguas negras. Habla, además, de 25.894 viviendas conectadas al servicio de alcantarillado.
Sin embargo, con esto sólo se ha cumplido con el 25 por ciento de la meta programada, a menos de nueve meses del fin del periodo de Peñalosa. El problema central ha estado en la falta de recursos. La mayoría depende de la venta de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), la cual no se ha podido concretar. (Ver columna anexa) El experto la socialización de los costos Oscar Alfonso El indicador de resultado de Cómo Vamos en Mejoramiento de Barrios revela, de conjunto, un buen avance del programa de desmarginalización que, a mí manera de ver, tiene que ver con el modelo de gestión adoptado por la gerencia del proyecto y por la forma como ha sido asumido por buena parte de las entidades ejecutoras.
Es el caso de legalización de barrios que ha atravesado por una reducción importante de trámites y trabas burocráticas que entorpecían el proceso. Sin embargo, el programa no se debe quedar ahí y debe continuar avanzando en todos aquellos procesos que permitan reducir los costos de transacción y, por ende, mejorar la gobernabilidad del programa.
Los menores avances, tal como se observa en el indicador, se experimentan en la extensión de las redes y las conexiones domiciliarias de alcantarillado, retraso que igualmente pospone la pavimentación de vías de acceso a los barrios populares .
El retraso en alcantarillado, que de hecho es muy importante, se origina principalmente en la desfinanciación del programa pues, hasta el momento, no se tiene claridad de qué va a pasar con la venta de la ETB.
Sin embargo, este retraso comienza a subsanarse por otra vía a partir del presente mes. En efecto, la EAAB empieza a aplicar su nuevo plan de transición tarifaria soportado en la Resolución 76 de 1999 de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico, a través de la cual se le dio el impulso tarifario para apalancar financieramente el programa.
La Resolución 76 acepta, en su exposición de motivos, la inclusión de las inversiones para atender el programa de desmarginalización, teniendo en cuenta los usuarios beneficiados por este programa y los aumentos en cobertura que planea la Empresa al término del mismo .
Además, resuelve que las inversiones del servicio de alcantarillado del Programa de Desmarginalización deben ser evaluadas continuamente por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, verificando el avance en el aumento efectivo de coberturas que logre la Empresa durante su vigencia .
Lo que aquí se está proponiendo no es más que la socialización de los costos de los programas sociales no prevista en el diseño original del programa, que afecta de manera importante el valor de las facturas de todos los usuarios. Además, esta decisión se constituye en una señal determinante para la formulación futura de políticas públicas en la materia, por lo cual habrá que ponerle mucha atención a su desarrollo y cumplimiento.
* Profesor universitario y experto Habla la gente El Proyecto Bogotá Cómo Vamos realizó un sondeo a 30 líderes comunitarios de una muestra aleatoria de barrios que cubre el Programa de Desmarginalización, para conocer su percepción sobre el mismo. Aquí se presentan las principales conclusiones: * Todos manifestaron tener conocimiento del Programa de Desmarginalización y, además, haber participado en algunas de sus etapas desde el inicio de esta iniciativa. Dicen que es un programa excelente, a través del cual se ha hecho una inversión importante en los barrios más necesitados de la ciudad, no por favores políticos sino con criterios de equidad .
* Dijeron que este Programa debe ser retomado y fortalecido por la próxima administración distrital pues, aunque ya se empiezan a ver los resultados, aún queda mucho por hacer.
* Los proyecto más importantes dependen de las inversiones que se hacen en cada zona. No obstante, entre las obras más mencionadas por los encuestados, están el alcantarillado, las vías locales, el acueducto, los parques, la recreación y la educación.
* Entre las bondades del Programa, señalan: el embellecimiento de sus barrios por la renovación de sus fachadas y las plantas ornamentales, el bienestar por contar con más servicios y la valorización de sus predios por las obras. Además, algunos afirman que ha habido más integración entre la gente y más capacitación para las organizaciones comunitarias.
* El Programa también tiene sus lunares: la falta coordinación y mayor organización en la ejecución, el exceso de trámites, la demora en la realización física de las obras y el aumento preocupante de las tarifas del acueducto.
* Algunos dicen que el Proyecto puede tambalear sino se le garantiza una fuente fija de financiación por algunos años. Otros advierten que es necesario incorporarle el factor económico a la estrategia para apoyar proyectos productivos comunitarios que generen empleos en las localidades. Otros advierten que el compromiso de la comunidad también se debe fortalecer para que garantizar el total éxito de este Proyecto.
Foto La mitad de las áreas pobres y sin servicios se beneficiarán de la desmarginalización, según las cuentas del Gobierno Distrital. Más de 300 barrios han sido legalizados por Peñalosa, a través de este programa.
Fernando Vergara / EL TIEMPO