Y por culpa de la desnutrición aguda, el 23 por ciento de esta población tiene menos peso del requerido para su edad.
Este diagnóstico del Sistema de Vigilancia Alimentario Nutricional (Sisvan) de la Secretaría Distrital de Salud (SDS), hecho el año pasado, tiene otro agravante: las bajas condiciones de salubridad, carencia o deficiencias de los servicios públicos básicos en las viviendas, generan igualmente daños sobre la salud física, mental y social de las familias.
Este es parte del análisis de la población menor de 18 años que hizo la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Regional Bogotá, Claudia Marcela Contreras, quien hablará hoy sobre el tema durante el foro La niñez y la familia en Bogotá , que se realizará hoy y en el cual intervendrán los candidatos a la Alcaldía Mayor. Asistirán, entre otros, María Emma Mejía, Antanas Mockus, Héctor Riveros y José Clopatofsky.
De acuerdo con el estudio del Sisvan, el porcentaje de desnutrición aguda (déficit de peso para la talla) es mayor entre los niños que residen en localidades como Santa Fe, en el centro de la ciudad, donde se reportó el 27 por ciento de los casos. Le siguen otras zonas como Rafael Uribe, Bosa y Tunjuelito, con el 26 por ciento.
El peso y la talla se afectan cuando la lactancia materna es corta, la alimentación es precaria o desequilibrada en nutrientes y los pequeños sufren de diarreas recurrentes..
Otro factor que afecta a la población infantil es su explotación sexual. En Colombia hay alrededor de 18 millones de jóvenes menores de 18 años. Dice Contreras que por lo menos 20 mil de ellos, padecen esa condición. Por lo menos 3.000 de esos niños explotados, viven en Bogotá.