Los soldados boinas negras, al mando del Ministerio del Interior, se tomaron la escuela a las 2 de la madrugada, según el portavoz del parlamento letonio, Tia Karkils.
Algunos estudiantes fueron golpeados un poco, pero no se informó de heridos de gravedad , indicó Karkils.
La acción se produjo un día después de que el comandante de las fuerzas militares soviéticas en el Báltico, coronel Fyodor Kuzmin, ordenó a la policía del Ministerio del Interior que entregara sus armas a las autoridades centrales. La policía letona se mantuvo leal al Gobierno proindependentista.
También fue ocupada una estación de policía en un barrio de la capital letona.
Por su parte, el presidente de Letonia, Anatoljs Gorbunovs, instó a los partidarios del Gobierno a retirar los camiones y las barricadas de las calles que conducen a un estadio, donde los opositores de la independencia planeaban una concentración multitudinaria.
Gorbunovs dijo en una alocución radial que había hablado con el comandante del distrito militar del Báltico y le había dicho que la situación en Letonia era tensa, pero que no era necesario que el Ejército interviniera.
En un esfuerzo por mejorar las relaciones con el Ejército, el parlamento decidió congelar una resolución aprobada el 14 de noviembre en la que se prohibía darles servicios sociales a las unidades militares en Letonia.
La resolución ordenaba reanudar los servicios tan pronto comenzaran las conversaciones entre las autoridades civiles y militares.