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Desnutrición y obesidad: dos caras de malnutrición infantil

Ahora que tenemos nuevos alcaldes, qué bien estaría que una política clara por la primera infancia en cada municipio de Colombia nos ayude a controlar este problema doble: el de la malnutrición como un todo.

Ambas afectan el desarrollo humano, también el económico, e implican altos costos para el sistema de salud; contribuyen a perpetuar el círculo de pobreza y, sin embargo, parecen dos términos contradictorios: la desnutrición crónica (retraso en la talla) y la obesidad y el sobrepeso, que, quién lo creyera, pueden convivir de manera simultánea en los niños menores de cinco años.
Excesos y deficiencias. Niños que aumentan de peso, pero que aun así no crecen lo que deberían, situación que afecta su salud, su rendimiento escolar y el desarrollo de sus capacidades.
En la mayoría de los casos esta doble carga de malnutrición (obesidad y desnutrición en un mismo niño) obedece a una dieta deficiente en nutrientes, a sistemas de agua y saneamiento inadecuados, y a bajas tasas de la lactancia materna, entre otros. Esto se suma a un alto consumo de azúcares procesados, gaseosas, fritos, así como a rutinas sedentarias en las que los niños pasan largo tiempo frente a la televisión o a un computador. Controlar este factor es, principalmente, una responsabilidad de la familia.
Pero también hay causas que le competen al Estado enfrentar, implementando políticas de regulación y promoción de la salud que propendan por el consumo de alimentos saludables desde los primeros años, proporcionando el acceso a agua potable, así como la atención en salud de calidad.
Las cifras de desnutrición crónica y obesidad, cada una por su cuenta, nos dan promedios nacionales de 13,2 y 6,2 por ciento, respectivamente (según datos de la última Encuesta de Situación Nutricional disponible, que es de 2010). Sin embargo, un estudio de la Fundación Éxito encontró que la doble carga de malnutrición en niños de 18 a 36 meses, que asisten a centros de atención integral en las cuatro principales ciudades del país, es del 7,3 por ciento. En Bogotá, esta cifra llega al 11 por ciento, y en Barranquilla supera el 15 por ciento. Estos guarismos son inferiores en Cali y Medellín, ambas con el 3 por ciento. La misma investigación reportó que la doble carga empeoraba en Barranquilla (21 por ciento) cuando los niños nacían con un peso entre 2.500 y 3.000 gramos (conocido por la Organización Mundial de la Salud, como peso deficiente, pero visto social y clínicamente como peso adecuado).
Este problema necesita ser enfrentado con políticas públicas sostenidas en el tiempo, de lo contrario, a futuro, traerá grandes costos sociales, de pérdida de capital humano y sobrecostos para el sistema de salud.
Se sabe que hay una relación estrecha entre la desnutrición crónica en la vida temprana (los dos primeros años) y la propensión a la obesidad o el sobrepeso en la vida adulta. Por eso, se ha planteado que enfrentar la desnutrición desde el nacimiento, con el control de variables como el bajo peso al nacer, la complementación de la dieta materna y un seguimiento claro del crecimiento y desarrollo de los niños durante sus dos primeros años de vida, puede traer beneficios y ahorros importantes para el sistema de salud, pues impactaría la disminución de las enfermedades no transmisibles (hipertensión, diabetes, cardiovasculares, cáncer).
Este cálculo, sumado al de los costos humanos por el retraso en el desarrollo cognitivo de los menores, que los acompañará hasta que sean adultos, debería estar presente en nuestros gobernantes: ahora que tenemos nuevos alcaldes, qué bien estaría que una política clara por la primera infancia en cada municipio de Colombia nos ayude a controlar este problema doble: el de la malnutrición como un todo.
Adenda: un deseo para el 2016 es que podamos tener por fin los resultados de la nueva Encuesta de Situación Nutricional, necesitamos datos confiables para medir lo que se ha hecho sobre el tema de la desnutrición en Colombia y ratificar o corregir el camino.
Gonzalo Restrepo López
Presidente Junta Directiva Fundación Éxito
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