Una marcha de opositores a la Junta Militar que gobierna al país y que se llevaba a cabo en un estadio de Conakry, la capital del país.
Abdulaye Bineta Diallo, que se encontraba en el estadio cuando los militares empezaron a disparar contra la multitud, explica: "El Ejército rodeó el estadio, los Boinas Rojas (guardia presidencial) empezaron a disparar. Al principio, pensábamos que era para intimidar".
"Pero la gente empezó a caer, hubo pánico, había más de 100 muertos" y los "manifestantes estaban desarmados".
"Los militares violaron públicamente y a pleno día a las mujeres, las desnudaron, y les disparaban balas en su sexo", añade, conmocionado por estos actos de barbarie.
"Esto va a provocar una guerra civil, porque la gente no está dispuesta a perdonar a los militares, se pasaron de la raya", dice.
Testimonios de personas que estuvieron allí y fueron recogidos por la organización Human Rights Watch (HRW) confirman esta violencia ciega: "Vi a hombres armados disparar directamente contra la multitud y disparar al aire", explica uno de ellos.
"Vi a los Boinas Rojas atrapar a las mujeres que intentaban huir, arrancar sus vestidos y tocar sus partes íntimas. Otros pegaban a las mujeres, incluso a su sexo. Era patético, los mujeres gritaban", describe otro testigo.
"Las violaciones empezaron en el estadio. Los militares violaron a las mujeres", confirma Mamadi Kabam, presidente de la rama guineana del Encuentro Africano para la Defensa de los Derechos Humanos (Raddho), una ONG con sede en Dakar.
Según él, las violaciones siguieron en las comisarías a las mujeres detenidas en la manifestación, y también luego en los barrios populares.
Los dirigentes de la oposición, que estaban en el estadio para animar la manifestación, no escaparon a la furia de los militares.
Cellou Dalein Diallo, candidato a la elección presidencial y líder de la Unión de las Fuerzas Democráticas de Guinea (UDFG), explica: "Me dieron patadas, me rompieron las costillas, me golpearon con la culata en la cabeza, estuve a punto de perder el conocimiento".
Y cuenta que mientras estaba en el suelo y era molido a palos, uno de los militares dijo: "Vamos a acabar con él para terminar con esta confusión".
CONAKRY (AFP)