En los últimos 15 años, el desarrollo del comercio ha ido a pasos agigantados.
Los hipermercados respaldados con grandes capitales locales y extranjeros, los centros comerciales y las tiendas por departamentos se han desplegado por todo el país.
En medio de esos avances en metros cuadrados, los tenderos -muchos de ellos sin registradora siquiera- no ceden en la competencia por el mercado.
Y es que en tiempos de crisis, como ocurre ahora, los consumidores acuden a las tiendas porque pueden comprar al fiado y al menudeo, con acceso a productos de bajo desembolso. Y en tiempos de bonanza, estos establecimientos tampoco pierden porque le sacan jugo a la conveniencia, a la confianza y a la cercanía con el cliente.
Las empresas que proveen los bienes y servicios también ya tienen clara la importancia de este canal de comercialización, por la ventaja de pago de contado y el interés del tendero por la alta rotación de los productos.
Se estima que este canal concentra más del 50 por ciento de las ventas de productos de consumo masivo.
A pesar de que clientes, competidores y proveedores conocían sus ventajas poco se sabía sobre cómo son las tiendas y cuáles sus características.
Para adentrarse en el sector, la firma Meiko, en alianza con Fenalco, tiene en marcha un estudio permanente sobre la evolución del sector.
Svi Kishner W., presidente de Meiko, explica que la competencia por el mercado y las duras negociaciones entre proveedores y comerciantes obliga a los primeros a prestar mayor atención a las tiendas, y eso implica mayor inversión en aspectos como logística de distribución y en material publicitario.
El más reciente estudio hecho en Bogotá auditó 23.344 establecimientos de Soacha y de 19 localidades de Bogotá.
Una de las conclusiones es que un sitio de estos, en promedio atiende 45 hogares. La mayoría de ellas (79 por ciento) está en zonas residenciales, lo que responde a la expectativa de conveniencia y cercanía de los consumidores.
Clientes y oferta
Se estima que una buena parte de ellas atienden clientes de los estratos dos y tres, 47 y 38 por ciento, respectivamente. Un 12 por ciento está para satisfacer las necesidades del estrato 1, mientras que un 3 por ciento cubre el nivel 4. Solo un uno por ciento de las tiendas se dirige a los consumidores de estratos 5 y 6.
En estos dos últimos estratos sobresale la presencia de las tiendas que hacen pan o de aquellas que son panaderías puras.
Por tipos de establecimientos, el estudio señala que la mitad de las tiendas se consideran tradicionales con oferta de alimentos no perecederos y de aseo, principalmente, mientras que un 27 por ciento ha sumado a su oferta las frutas y las verduras.
Otro 13 por ciento se considera panadería pura, mientras que un 9 por ciento se cataloga como tienda que fabrica pan.
En el manejo de las categorías de productos, Meiko y Fenalco estudiaron la presencia de 60 categorías de producto, pero se encontraron que en promedio manejan 40, siendo las de frutas y verduras las más dinámicas (47 por ciento), ya que, como explica Kishner, estos establecimientos tienen un surtido mayor y prácticamente son un 'pequeño supermercado'.
Las panaderías puras, tal vez por la naturaleza de su actividad, son las que venden menor variedad de categorías de productos (21 por ciento).
Las ventas diarias de las tiendas pueden llegar a los 300.000 mil pesos en el 69 por ciento de las tiendas, mientras que un 29 por ciento puede llegar hasta los 500.000 pesos y más.
La registradora no ha llegado
Un dato curioso del estudio de Meiko señala que 71 de cada 100 tenderos prefieren hacer las cuentas de sus ventas con lápiz y papel.
Es así como la mayoría no cuenta con una caja registradora. Además, una buena parte de los tenderos (61 por ciento) tiene un empleado, en tanto que el 29 por ciento tiene dos personas que le ayudan. Apenas el 11 por ciento cuenta con tres o más trabajadores al servicio del establecimiento.
En cambio, casi todas (92 por ciento) tiene un equipo de enfriamiento. La antigüedad de los establecimientos no es muy alta. Meiko y Fenalco han encontrado que apenas un 27 por ciento tiene más de 6 años de operación. Sin embargo un 30 por ciento tiene entre 2 y 4 años, y otro 27 por ciento tiene un año o meses de existencia. Otro 16 por ciento dura entre 4 y 6 años.
El espacio de venta es pequeño, de ahí 'la guerra' que hay entre los proveedores por estar en este canal de distribución.
La mayoría, un 43 por ciento, está en un máximo de 15 metros cuadrados; otro 41 por ciento distribuye su oferta entre 16 y 30 metros cuadrados.
CONSTANZA GÓMEZ G.
REDACCIÓN DE ECONOMÍA Y NEGOCIOS