"Ha triunfado aplastantemente la nueva Constitución. Es un momento histórico que trasciende por mucho a las personas que por accidente o fortuna hemos estado en este proceso", dijo eufórico el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Luego invitó a sus adversarios a reconocer la derrota y "avanzar juntos" en el derrotero socialista de América Latina.
"Les tendemos la mano, que reconozcan su derrota y avancemos juntos en la nueva dirección que la gran mayoría del pueblo ecuatoriano, así como toda América Latina, en estos momentos está señalando: una sociedad más justa, mucho más equitativa, sin tantas inequidades y miseria", declaró.
De confirmarse las tendencias, la propuesta se convertirá en la vigésima Constitución de Ecuador, un país con riqueza petrolera que vio caer a tres presidentes en la última década a causa de revueltas populares.
"Hago un llamado a la unidad, a los que de buena fe estuvieron por el No por cuestiones ideológicas, no por intereses protervos, que utilizaron métodos democráticos, argumentos, respetamos muchísimo sus posiciones", afirmó el mandatario.
En respuesta, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, cabeza visible de la oposición, dijo que respeta el triunfo de Correa y que acepta la propuesta de diálogo.