Sin embargo, ese tercer esfuerzo tampoco resultó. En compañía de los ministros de Protección y Agricultura y el Gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, el presidente Álvaro Uribe Vélez se trasladó al ingenio Central Castilla a buscar un diálogo directo con los voceros de los manifestantes.
Montado en una camioneta y con megáfono en mano les dijo a los corteros que cada ingenio se comprometió a abrir a primera hora una mesa de diálogo para analizar la situación de cada uno de los trabajadores.
El Ministerio de Protección Social se encargará de verificar que esto se cumpla y el Gobernador del Valle se comprometió a hacer parte de las mesas.
Antes de partir el mandatario les aclaró a los corteros que no era posible realizar una sola mesa de trabajo y dijo que esperaba un diálogo fraterno.
A sus reclamos por el tratamiento de 'guerrilleros' por protestar, Uribe les dijo que había que distinguir entre trabajadores honestos y bandidos que solo buscan crear anarquía.
La jornada de ayer terminó sin la suspensión del bloqueo a los ingenios, que afecta la producción de 4.000 toneladas diarias de azúcar. Además por esta razón 15 millones de litros de etanol están represados, lo que ha contribuido al incremento del precio de la gasolina.
Corteros no ceden
La jornada en busca de conjurar el paro comenzó con una comisión integrada por el ministro de Protección Social, Diego Palacios, Asocaña, representantes de los ingenios, de la Confederación de Trabajadores de Colombia, de la Confederación General del Trabajo y de la Central Unitaria de Trabajadores.
Durante la noche del sábado y la madrugada del domingo trabajaron en tres puntos.
El primero buscaba adelantar las conversaciones con el compromiso de levantar el bloqueo de los ingenios, lo que permitiría retomar la producción de azúcar de manera inmediata.
En segundo lugar se habló del respeto a quienes decidieron continuar con sus labores y del respeto para quienes decidieran continuar en las manifestaciones sin trabajar.
Y un tercer punto, relacionado con la principal petición de los corteros, establecía la mediación del Gobierno para que se instalaran mesas de diálogo en cada uno de los ingenios para analizar y debatir la situación laboral de los corteros.
Pero la reunión terminó ayer a las 4 de la mañana con el retiro de la CUT, que no estuvo de acuerdo con la propuesta de trabajo.
Horas más tarde fue el presidente Uribe quien encabezó una nueva reunión en busca de una salida, pero sin representantes de los manifestantes. Por eso, en la tarde se desplazó a la sede del ingenio Central Castilla.
"Lo que buscamos es reestablecer la normalidad y crear una situación de estabilidad, de armonía social. El país lo necesita. No podemos manejar relaciones labores con capitalismo salvaje ni odio de clases, no podemos manejar las relaciones de los ingenios y las cooperativas sin fraternidad", dijo el presidente Uribe.
Insistió en su preocupación por la denuncias de algunos trabajadores de ingenios sobre amenazas, en su contra, pero aclaró que cuando se refiere a las amenazas no está hablando de infiltración.
"El movimiento de los trabajadores es respetable, no podemos tolerar amenazas. El país ha sufrido la tragedia de asesinatos de trabajadores; hemos desmontado una de la fuentes de asesinato de trabajadores como son los paramilitares y no vamos a permitir que la guerrilla siga convertida en fuente de asesinato de trabajadores", dijo antes de partir al ingenio.
Por su parte, Julio Roberto Gómez, secretario general de la CGT, dijo que la idea es que el proceso de negociación se de teniendo en cuenta que en la mesa se sienten los ingenios, los corteros, sindicatos y cooperativas.
"Es un momento propicio en búsqueda de una solución a esta problemática que nace de la tercerización laboral en la que viene sumergido el país", dijo Gómez.
En los ingenios, cerca de 10.000 corteros esperaban una solución concreta a sus quejas.
"No nos retiraremos. Nuestra prioridad es la contratación directa con los ingenios y ese punto quedó sin definir. Esto no es un capricho y estamos dispuestos a permanecer el tiempo que sea necesario", dijo Luis Aguilar, cortero de caña.