Al coronarse campeón mundial Sub-14 en Puerto Rico, en 1990, Veselin Topalov tomó conciencia de su enorme potencial y decidió emprender una larga marcha que lo llevaría a la élite del ajedrez mundial.
La situación en la que había crecido, naufragaba en el tormentoso mar de la geopolítica, y el joven Veselin marchó de su natal Ruse (Bulgaria), junto con su entrenador y mentor, Silvio Danilov, para exponer frente al mundo de las 64 casillas su enorme talento.
Es casi legendaria su personal odisea. En un viejo auto recorrió unos 4.000 kilómetros para alejarse de Europa del este y jugar cuanto torneo encontró a su paso en Hungría, Alemania y Francia. Ingresó a la Península Ibérica donde viajó por otros 2.500kms. dando jaque a un destino aún incierto.
Sus esfuerzos dieron frutos cuando en 1992 la Federación Internacional de Ajedrez (Fide) le otorgó el título de 'Gran Maestro'. Tres años después en San Luis (Argentina), ganó el Campeón Mundial de la Fide, con lo cual superó a los siete mejores de aquel entonces.
Al año siguiente enfrentó en un duelo pleno de polémica al ruso Vladimir Kramnik. El encuentro fue dramático. Después de jugar las 12 partidas reglamentarias, el resultado fue de un empate a seis puntos para cada uno. Luego se jugó una serie de cuatro partidas rápidas de 25 min más 10 seg por jugada. Veselin cayó por 2,5 a 1,5.
Así cedió el cetro y ahora se está preparando para recuperarlo el próximo año, en la final del torneo de candidatos que se llevará a cabo en Lvov (Ucrania).
Sí juega como lo hizo en Bilbao (España), seguro lo logrará. La Final de Maestros del Grand Slam, es una especie de mundial oficioso donde se enfrentaron seis de los 10 mejores ajedrecistas del momento. Toda una prueba del tesón de este ambicioso búlgaro, que con 33 años es un rey del tablero del ajedrez.
SERGIO GONZÁLEZ (*)
Para EL TIEMPO
*Maestro Fide