En los últimos días, las circunstancias de la muerte de los soldados generaron numerosas interrogantes en la prensa frente a la versión oficial, que se limita a señalar que "murieron en combate".
Más aún, a pesar de que estas bajas representan las más importantes sufridas en combate por el ejército francés desde la guerra de Argelia, entre 1954 y 1962, un general francés afirmó que la operación había sido "un éxito" y que "el enemigo había sufrido una soberana paliza".
Frente a la insistencia de la prensa por conocer los detalles y las circunstancias de la muerte de los militares, el 28 de agosto, un general había exigido "un poco de pudor".
Este miércoles, el semanario satírico político Le Canard Enchaîné entregaba nuevos elementos de cuestionamiento, señalando que algunas de las víctimas podrían haber sido ultimadas por los talibanes.
Pero fue el semanario París-Match el que reactivó la polémica con un reportaje fotográfico y una entrevista a los rebeldes afganos que habrían matado a los militares franceses y que exhibían uniformes y armas capturados durante los combates.
De su lado, el diario Liberation evocaba el jueves que un militar había sido herido con arma blanca, mientras Le Monde, citando fuentes militares, señalaba graves deficiencias en el desarrollo de la operación y el hecho de que cuatro militares fueron degollados por los talibanes.
El rotativo Le Parisien citaba el testimonio de la madre de uno de los heridos en el ataque, afirmando que los soldados murieron "como perros".
Este mismo día y por primera vez, el ejército admitía que uno de los soldados había fallecido por herida de arma blanca, mientras el ministro de Defensa Hervé Morin denunciaba "los rumores permanentes que son machacados".
Cuestionando a "los que hacen correr esos rumores que, cada vez son infundados", el ministro francés se preguntó indignado: "¿Qué quieren, los detalles morbosos de la muerte de cada soldado?".
"Llamo a la unidad del país en la lucha contra el terrorismo que llevamos a cabo, en la lucha por los derechos humanos y por nuestros soldados y nuestro ejército", señaló.
El ministro había cuestionado antes el reportaje de Paris-Match tal como lo hicieron el diputado europeo verde Daniel Cohn-Bendit y el socialista Pierre Moscovici.
De su lado, el jefe del estado mayor francés, general Jean-Louis Georgelin, estimó que los talibanes "marcaron puntos en el terreno de la comunicación".
El redactor en jefe del semanario consideró "legítimo" el reportaje, mientras que en Perpignan, al sur de Francia, donde se celebra un festival internacional de periodismo fotográfico, la profesión defendió a Paris-Match y a sus periodistas.
Este drama reactivó las interrogantes sobre la misión de Francia en el seno de fuerzas internacionales, donde participa con 3.000 hombres, y tanto los políticos como la prensa evocan ahora el peligro de quedar atrapados en el "atolladero" afgano.
PARÍS
AFP