Dos días después, al consultar su saldo por Internet, descubrió que ese mismo día alguien había clonado su tarjeta débito dejando su saldo en cero.
El 2 de octubre retiraron una suma de $2'400.000; la operación se había realizado en seis retiros de $400.000 pesos cada uno. La acción se llevó a cabo al final del día entre las 11 p.m. y la 1 a.m.
"Presenté el reclamo ante el banco el día 3 de octubre. El 24 de octubre la entidad respondió que los elementos evaluados por ellos no los hacían responsables", comentó el afectado.
El banco afirmó que las transacciones se efectuaron en otros cajeros diferentes al BBVA. Y en ese lugar no había cámaras o material fílmico que registrara la persona que realizó el robo. Por ese motivo no podían responder por el hurto ejecutado.
Después de la respuesta del banco, Juan Carlos Rubio insistió nuevamente a la institución en dos oportunidades más, para obtener una respuesta en cuanto a la responsabilidad del banco en brindar seguridad a los usuarios en los cajeros automáticos de su propiedad.
Al no obtener ninguna réplica, finalmente Rubio puso la queja ante la Superfinanciera, quien transitó directamente la queja al BBVA para que dieran una respuesta detallada de los datos que tienen relación con el caso.
Después de tres meses de hecha la gestión de la Superfinanciera, el BBVA no contestó la solicitud de la entidad. "Lo que realmente me molestó de esta situación es que los bancos cobran manejo de tarjetas de cada transacción, tienen seguro de robos sobre los cajeros, pero a los clientes los dejan desprotegidos", afirmó Rubio.
EL TIEMPO ZONA habló con la institución pidiendo una respuesta a este hecho. Después de insistir en diferentes ocasiones, el banco dio un fallo a favor del cliente en el que afirmaba que reconsideraba los hechos que dieron lugar a su reclamación.
La entidad encontró viable el abono de $2.400.000 a Juan Carlos Rubio.
Pamela Leal
Periodismo ciudadano
EL TIEMPO ZONA
zona@eltiempo.com.co