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Los brotes de xenofobia en Ecuador contra colombianos toman tintes preocupantes

Una investigación de EL TIEMPO descubrió que los casos de atropello xenofóbico en este país van sumando carpetas en los organismos de protección de los derechos humanos.

Redacción El Tiempo
Se pudieron constatar casos como el de la tienda de doña Carmen, en la zona de Guayllabamba, a 30 minutos de Quito, en cuya puerta se lee un letrero que reza: "No se vende a colombianos".
Doña Carmen, una señora de mediana edad, está decidida a no recibir en su establecimiento a ningún colombiano, "porque han llenado el pueblo de ladrones, prostitutas y han venido a quitar el empleo de los ecuatorianos en las plantaciones (de flores)".
De Barcelona (España) a Quito
Luego de la difusión de impactantes imágenes en las que un ciudadano español agredió brutalmente a una menor emigrante ecuatoriana dentro de un tren en Barcelona, la indignación fue generalizada. Y la canciller María Fernanda Espinosa señaló que el hecho "destapó una caja de Pandora" con relación a "otros hechos xenófobos y racistas" en España.
"Gracias a Dios, por este hecho en España puede ser que las autoridades ecuatorianas nos ayuden a quienes llegamos a este país huyendo de la violencia, pues aquí hasta nuestro hijos han sido víctimas", dijo Patricia* al relatar un incidente escolar.
A Juan José* le negaron la matrícula en un colegio particular porque el rector "no quiere que se dañe la imagen del plantel". Y Rocío* prefiere no hablar en un bus "porque su acento hace que la gente se ponga nerviosa y agarren con fuerza sus bolsos".
Lorena*, una indocumentada caleña de 23 años que labora en un burdel del norte de Quito, fue obligada a tener sexo en el asiento posterior de una patrulla con dos de los tres policías que la detuvieron, bajo amenazas de ser deportada.
Negativa para alquiler de habitaciones, para brindarles atención hospitalaria, acusaciones policiales falsas y denuncias por parte de los mismos patronos a colombianos a los que les deben sus salarios son, entre otras, las causas de las denuncias que diariamente llegan al Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM).
Según el director de esta organización, Guillermo Rovayo, unas 15 denuncias se reciben diariamente. De estas, cinco se relacionan con hechos de abuso de autoridad y actos de xenofobia o discriminación contra colombianos, la mayor comunidad de refugiados e indocumentados que se registra en este país.
El estatus de refugiado permite en algo que un afectado pueda denunciar los abusos. Pero muchos casos, particularmente de los 'sin papeles', se quedan en la sombra por el temor de provocar su deportación, coinciden en señalar los encargados de apoyar a los extranjeros afectados. "Los más vulnerables son los que ni siquiera acceden a la condición jurídica de inmigrantes o refugiados", puntualiza Rovayo.
Delincuencia y prostitución
Gonzalo González, director de la oficina para refugiados de la Cancillería, reconoce que el tema es preocupante. "El sentimiento hacia los colombianos ha cambiado en los últimos años y la asociación de esta nacionalidad con la delincuencia o la prostitución genera una reacción de rechazo", dijo a EL TIEMPO.
El diplomático considera que Ecuador debería tener una ley contra actos de xenofobia o racismo: "Si como política exterior exigimos un trato digno para nuestros compatriotas en el exterior, tenemos la obligación moral de tratar de manera digna a los extranjeros en nuestro territorio".
Daniela Hernández, coordinadora de la Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante, señaló que si bien hay un avance para la recepción y atención judicial de casos de abuso y maltrato, se evidencia una "seria problemática por una injusta generalización".
*Identidad protegida por petición de la fuente o por ser menores de edad. 
El rector lo golpeó porque dijo que la maestra tenía 'chucha'
Patricia llegó hace cuatro años a Ecuador con su hijo de 6 años.
Con indignación y en medio de las lágrimas cuenta que quiso "descontaminarse" del entorno violento que se generó en su región natal (Caldas). Pero "aquí, mi hijo fue víctima directa del abuso y la violencia", cuenta.
El menor recibió una bofetada del director de la escuela. La razón: expresó a voz en cuello que la profesora tenía una "chucha terrible" (acepción que en Ecuador es una grosería y nada tiene que ver con el mal olor de una persona).
Cuando su madre fue al colegio a reclamar la acción, el rector del colegio le dijo: "Claro, si son colombianos, qué más se puede esperar".
Patricia dice que se vio obligada a mantener en la escuela al niño porque no "alcanzó" a traer los certificados escolares de Colombia y el establecimiento fue casi "obligado" a recibirlo con base en el Acuerdo 455 del Ministerio de Educación. La norma dispone "que los niños y adolescentes refugiados que se hallaren en imposibilidad de comprobar documentadamente su nivel de estudios deben ser recibidos en el nivel que determine su conocimiento, determinado en una evaluación de materias básicas".
Un drama diario
Refugiados colombianos se han organizado en Quito para hacer visible el problema de la xenofobia. La Asociación de Refugiados Colombianos en Ecuador busca el reconocimiento de los derechos que tienen en este país.
Francia Marulanda, secretaria de la organización, asegura que hay muchos niños colombianos que no estudian debido al rechazo de los colegios. "Los casos no son aislados -señala-. Ya se registra una escalada de xenofobia que lamentablemente se alimenta por la generalización que se hace a los colombianos de rateros, prostitutas, traficantes".
Advierte que es tanta la xenofobia, "que cuando hay noticias en el Ecuador de atracos, robos y drogas, siempre se especula que los involucrados son colombianos, así esto no sea verdad".
Tres preguntas a Henry Arcos Muñoz, cónsul de Colombia en Quito
¿El consulado conoce de denuncias de xenofobia contra colombianos?
No. De los registros y la información recibida del departamento jurídico no hay un solo caso concreto. No conocemos de denuncias hechas a organismos de DD.HH. Si las hay, que las hagan llegar. Estamos abiertos a brindar la asesoría legal a quien la requiera.
¿Usted cree que existen casos de xenofobia en Ecuador?
No. La verdad no creo que haya xenofobia en el Ecuador, porque, por los vínculos históricos, familiares y geográficos, somos pueblos hermanos. Estamos dispuestos a recibir cualquier denuncia a cualquier ciudadano colombiano que se sienta afectado.
No. No existe coordinación. El tema de los refugiados es un asunto manejado por la Cancillería ecuatoriana y los organismos de protección. Estoy seguro de que con la política del actual gobierno del Ecuador se mejorará la coordinación para atender a los desplazados.
MAGGY AYALA SAMANIEGO
PARA EL TIEMPO
DESDE QUITO
Redacción El Tiempo
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