El acuerdo humanitario, una de sus últimas batallas Incluso, sus argumentos para la aplicación de los tratados internacionales, el Derecho Internacional Humanitario y sus tesis le valieron una que otra diferencia con el presidente Álvaro Uribe. El jueves pasado soltó una de sus famosas frases: "Aquí no se está buscando una solución, se está buscando una victoria", cuestionando así las posiciones del gobierno y la guerrilla.
El pasado 5 de junio, como miles de colombianos, el ex presidente López apoyó la gran marcha nacional contra el secuestro, la liberación de todos los secuestrados y la entrega de los cadáveres de los ex diputados del Valle asesinados por las Farc.
En múltiples entrevistas el ex presidente dijo que los últimos días de su vida los dedicaría a trabajar por un acuerdo humanitario que permitiera el regreso de los secuestrados al seno de sus hogares, y fueron muchas las columnas que escribió sobre el tema.
El regreso del trapo rojo a la plaza pública en el 2005
A finales del 2005, Alfonso López Michelsen con más de 90 años a cuestas sorprendió no solo a su partido sino al país.
En plena campaña para las elecciones del Congreso, reclamó más acción de su partido, dijo que el liberalismo debía estar activo en la provincia "fijando posiciones sobre el acontecer diario y cautivando apoyos", y más que eso, asumiendo su papel de opositor.
También dijo que el liberalismo debía volver a la plaza pública.
Y pasó de las palabras a los hechos. El ex presidente no fue un espectador más.
Propuso la "reconquista" del Partido Liberal y sacó del baúl uno de los símbolos más antiguos y tradicioanles de esa colectividad: El trapo rojo. "Hay que salir a la plaza pública agitarlo de nuevo", dijo.
Y tenía razón, el partido había sufrido un duro revés en el 2002, había sacado una de las votaciones más bajas de la historia y 12 de sus 29 senadores migraron al uribismo.
Como no se veía hace mucho tiempo, el país vio a López al lado de César Gaviria y los candidatos liberales recorriendo pueblos y ciudades y echando discursos como en los viejos tiempos.
López presidente 1974-1978, años del 'Mandato Claro'
Durante su mandato, López enfrentó grandes retos. Una de sus primeras iniciativas fue decretar el estado de emergencia económica que dio paso al establecimiento de un control de gastos del Estado y la eliminación de los subsidios. Esto no fue suficiente y tuvo que acudir a una reforma tributaria y fiscal, que si bien tuvo elementos positivos como el aumento de las exportaciones, gracias a la llamada bonaza cafetera, y de la inversión social, se vio empañada por los altos índices de inflación.
En el llamado 'Mandato Claro' se abrió la carrera militar para la mujer, y el inició un proceso de entrega de tierras acompañado de la creación de organismos como el Himat y el Incora.
Y enfrentó el 17 de septiembre de 1977, el paro cívico nacional promovido por las centrales obreras. La manifestación se extendió por todo el país dejando un saldo trágico y obligando al Gobierno a acudir al toque de queda y a la legislación del estado de sitio.
El fallido intento por volver al poder en 1982
El ex presidente López fracasó en su intento de ser el primer mandatario reelegido en la segunda mitad del siglo XX. Eso ocurrió en 1982. López planteó en su momento que dos periodos darían más continuidad, al igual que mayor oportunidad para que un presidente y su gobierno pudieran desarrollar su programa.
La división de las filas liberales redujo las posibilidades de triunfo pues en escena apareció Luis Carlos Galán, quien representaba una disidencia con el Nuevo Liberalismo, esa lucha interna llevó al triunfo al conservador Belisario Betancur, quien obtuvo 3.074.962 votos, contra 2.659.697 de López.
Luis Villar Borda dice que el intento de López por volver al poder se debió a que durante su primer mandato no pudo realizar las ideas que había preconizadas en el MRL porque estaba todavía sujeto a la relación con los conservadores y los vestigios del Frente Nacional.
Los años rebeldes del MRL
Tras la férrea oposición que hizo a la alternación del poder en la época del Frente Nacional, López funda en 1962 el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), una conjunción de grupos y sectores inconformes de la política colombiana. Para él, esa alternación era antidemocrática y excluyente.
Dos años antes, el 15 de julio de 1960, siendo director de 'La Calle', López le había declarado la oposición no solo al gobierno de Alberto Lleras sino a lo que significaba el Frente Nacional. Por eso, uno de los puntos críticos de la época fue su decisión presentarse a las elecciones presidenciales de 1962, cuando el turno para la presidencia les correspondía a los conservadores.
Luis Villar Borda, dice que el mayor aporte de López al país fue esa etapa del MRL: "Su actuación como reformador político, crítico, creativo e innovador, contribuyó a que la política comenzará a modernizarse".
Su regreso al liberalismo
Las tesis que esgrimió López durante sus años de 'rebeldía' comenzaron a cuajar en 1968. Ahí empieza a darse un proceso de reunificación del MRL con el Partido Liberal, con base en los postulados de López y los planteamientos de Carlos Lleras.
Eso condujo a la unidad liberal. Muestra de ello, dice Luis Villar Borda es la Reforma Constitucional de 1968, "que fue plataforma de encuentro entre las tesis del MRL y de Lleras".
En ese punto, la división carecía de justificación ante las bases liberales y el resultado fue que en las elecciones, la votación fue muy superior a la que habían logrado antes el MRL y el oficialismo, cada uno por su lado.
La designación de López como gobernador del Cesar marcó su regreso a las toldas oficiales del partido.
El polémico caso de la Handel
A partir del 13 de septiembre de 1943, cuando Silvio Villegas acusó en la Cámara a Alfonso López Michelsen de favorecerse con la transacción de las acciones de la compañía holandesa Handel, en ese entonces la mayor accionista de Bavaria, el político soportó durante gran parte de su vida ataques de sus contradictores y adversarios, que usaron ese episodio en su contra.
En ese entonces, López era un joven abogado que desde 1938 representaba a los accionistas de la compañía y asumió la responsabilidad de vender las acciones (congeladas por la ocupación alemana a Holanda), para proteger a los accionistas colombianos.
El caso salpicó al gobierno de su padre, el presidente López Pumarejo. Las acusaciones fueron desvirtuadas y la posición del Gobierno fue aclarada por el entonces ministro Carlos Lleras en el Senado.
Stephen J. Randall, hace alusión al caso en su reciente libro sobre López, y dice que "ha sido uno de los aspectos menos entendidos, más complejos y controversiales de la carrera de López Michelsen".
Y tiene razón, porque entre otras cosas, llevar esa carga sobre sus hombros postergó el inició de la carrera política de López, e incluso hoy, pese a las explicaciones, todavía persisten dudas sobre el polémico caso de la Handel.
El asunto empezó cuando Enrique Caballero Escovar, y su socio, Luis Buendía le llevaron la propuesta a López Pumarejo para la compra de acciones de la Handel. López Michelsen fue invitado a la reunión que Escovar y Buendía sostenía con su padre. La idea era que una vez adquiridas quedarían con el control de la empresa (Bavaria) y luego podrían venderlas a un buen precio en el mercado.
López y la devolución del Canal a Panamá
Según el ex ministro Jorge Mario Eastman López, "no se quedó dentro del solar parroquial de la política colombiana". Esto para referir el papel del ex presidente, que fue clave en los acuerdos que llevaron a Estados Unidos a devolver el control del Canal de Panamá a ese país a partir del año 2000.
Dos tratados se firmaron el 7 de septiembre de 1977 entre E.U. y Panamá, que derogaron el tratado Hay-Bunanu Varilla de 1903. Uno de ellos garantizaba a E.U. el derecho a defender el canal contra cualquier amenaza, y el segundo su devolución.
Para la firma de los tratados el presidente Jimmy Carter invitó a López como un reconocimiento a su gestión, y para que participara en la firma del Tratado Torrijos Carter. López, desde los tiempos del presidente Ford estuvo al tanto del proceso y participó en varias reuniones, en las que logró equilibrar las pretensiones de E.U. y Panamá.
Primer gobernador del Cesar
Desde muy joven López tuvo nexos entrañables con la región del Cesar, que según él representaba la mejor expresión de la esencia nacional.
Tras años de disidencia, López fue nombrado como el primer gobernador del Cesar entre 1967 y 1968, por el entonces presidente Carlos Lleras Restrepo.
López, amante del vallenato, fue uno de los grandes impulsores del Festival de la Leyenda Vallenata, al lado de Consuelo Araújo, Rafael Escalona y Myriam Pupo.
Además vio el potencial agrícola y ganadero de la región. Por eso impulsó estos sectores, sobre todo, la producción de arroz y algodón. También se encargó de promover a Valledupar, a tal punto que cada año, durante el festival, allí se congrega lo más granado de la clase política y empresarial del país.
La reunión con Escobar en el Hotel Marriot de Panamá
Uno de los episodios más criticados en la vida pública del ex presidente López fue una reunión que sostuvo el 6 de mayo de 1984 con un grupo de narcos en el Hotel Marriot de Panamá.
López estuvo allí con Santiago Londoño, Pablo Escobar y Jorge Luis Ochoa. Querían que López fuera intermediario de un ofrecimiento al gobierno en el que planteaban desactivar su red de distribución de droga, denunciar los sitios de procesamiento de la coca y repatriar sus capitales.
López admitió que sí estuvo en la reunión, pero autorizado por el presidente Belisario Betancur, y que su papel fue escuchar la propuesta de los 'narcos' y transmitirla al gobierno, que luego comisionó al procurador Carlos Jiménez para encargarse de ese asunto.