El pasado jueves, el día en que se cumplieron cincuenta años de la caída del general Gustavo Rojas Pinilla, un almuerzo en casa de María Eugenia Rojas (hija del dictador), en Bogotá, sirvió para que un grupo de dirigentes liberales sentaran las bases de lo que podría ser una "institucionalización" de una tendencia de izquierda en el interior del Partido Liberal.
Y esa tendencia buscaría apoyar candidatos de "izquierda democrática" (leer Polo Democrático) en las elecciones de octubre próximo, en los sitios donde el Partido Liberal no tenga candidato escogido en consulta popular.
En el encuentro, en el que disfrutaron de un delicisoso sancocho, para el que María Eugenia escogió los ingredientes, estaban, entre otros, el ex presidente Ernesto Samper, la senadora Piedad Córdoba y el ex fiscal Alfonso Gómez Méndez.
Allí los liberales aprovecharon para hablar del futuro del partido. Todos estuvieron de acuerdo en que si bien el ex presidente César Gaviria logró ser ratificado en la jefatura única con una abrumadora mayoría y desde ya anunció que buscará que la colectividad dé un giro hacia el centro, el sector de izquierda no salió mal librado del Congreso Liberal de Medellín.
No solo lograron cuatro cupos en la dirección adjunta que acompañará a Gaviria sino que se hicieron a la mayoría de secretarías del partido. Tal vez la única excepción fue la secretaría de la mujer.
En ese contexto Samper, Piedad y Gómez Méndez hablaron de la posibilidad de que ese sector busque constituirse de manera formal como una tendencia dentro del partido. Según Piedad, el artículo 8 de los estatutos liberales lo permite.
De esta forma, ese sector, sin salirse del partido y reconociendo la jefatura de Gaviria, marcaría distancia con quienes están de trasteo al centro y buscan acercamiento con los uribistas.
Las consecuencias
De concretarse el inminente apoyo del Partido Liberal a la candidatura de Enrique Peñalosa, el primer impacto de la conformación de esa tendencia sería una división en las huestes liberales en Bogotá. Los tres líderes liberales presentes en el almuerzo creen que si no hay candidato oficial del Partido Liberal escogido por consulta popular, nadie los puede obligar a apoyar una candidatura específica. Y en ese sentido sería mucho más lógico que apoyaran aspiraciones más afines ideológicamente."Las alianzas nuestras son con la izquierda democrática, jamás con el uribismo", le dijo ayer Córdoba a EL TIEMPO. Pero, la senadora fue más allá: "El proyecto en Bogotá de Lucho Garzón no puede quedar en el aire, y creo que quien mejor nos representa es Samuel Moreno. Obvio, él tiene que ganar la consulta del Polo y en eso no nos vamos a meter".
En el caso de Samper, aunque el ex presidente no ha cantado su voto por Moreno, en el almuerzo era evidente su cercanía con esa casa política. Las relaciones con María Emma Mejía, su ex canciller y contrincante de Moreno en la consulta del Polo, son buenas, pero políticamente parece estar más cerca a los Moreno.
Gómez Méndez, por su parte, es cauteloso. No solo califica la tendencia como de centro izquierda sino que cree que el partido debe insistir en la medida de lo posible en tener un candidato propio que podría ser Antonio Galán.
En todo caso la posibilidad de que este sector del partido se salga del libreto del ex presidente Gaviria en el tema de las candidaturas, teniendo en cuenta que el Congreso Liberal de Medellín le otorgó facultades al jefe único para dar él mismo avales en ciudades capitales y gobernaciones, puede producir un fuerte choque en el partido e incluso una división. La polémica a penas comienza.
Tras la alcaldía viene la lucha por la Presidencia
La disputa por la Alcaldía de Bogotá esconde intereses superiores: la Presidencia de la República en el 2010.
La tesis que se mueve en los círculos del poder es que a la contienda presidencial irán dos sectores: la izquierda, representada por el Polo Democrático, y una expresión de centro-derecha conformada por uribistas, liberales y sectores afines (conservadores y demás).
Para que los sectores de centro-derecha aseguren la Presidencia en el 2010, lo primero que debe ocurrir es que Enrique Peñalosa gane la Alcaldía de Bogotá.
Peñalosa es hoy una bisagra entre el uribismo y el Partido Liberal. No estaría lejano el día en que el ex presidente César Gaviria y el presidente Álvaro Uribe se monten en el mismo tren.
Esta circunstancia explica la decisión de Gaviria de respaldar la candidatura de Peñalosa y de pegarle el timonazo al liberalismo hacia el centro, sin importar que tuviera que arrinconar a la izquierda de su partido.
Si el Polo gana la Alcaldía de Bogotá en octubre, estaría disputando la Presidencia en el 2010 con Lucho Garzón o Carlos Gaviria (por ahora) y eso es lo que la corriente de centro-derecha quiere hacer naufragar.
La izquierda liberal (Piedad Córdoba, Horacio Serpa y el mismo Ernesto Samper) podría terminar respaldando al Polo. Ya se habla de apoyar a Samuel Moreno.
Y Uribe, si no se nomina para otro período modificando de nuevo la Constitución (no se puede descartar), terminará respaldando la candidatura que cuaje en el centro-derecha y allí podrían estar: César Gaviria, Germán Vargas, Juan Manuel Santos, Francisco Santos, Rafael Pardo y Rodrigo Rivera.
Ya se cocinó el acuerdo de Peñalosa con Gaviria y Vargas
El candidato a la alcaldía de Bogotá Enrique Peñalosa ya tiene en un bolsillo el respaldo a su candidatura del Partido Liberal y de Cambio Radical.
Esta semana el ex alcalde de la capital 'cocinó' buena parte de esa alianza en reuniones que tuvo con el jefe único del Partido Liberal, ex presidente César Gaviria, y con el líder de Cambio Radical, senador Germán Vargas Lleras.
Por el lado del liberalismo, aunque no se oficializó el respaldo, sí quedó claro que Gaviria le hizo el guiño. Solo queda pendiente una reunión de Peñalosa con el Directorio Liberal de Bogotá.
"La mayoría de los concejales de la ciudad me han expresado su respaldo y además tengo muy buenas relaciones con los integrantes del Directorio", señaló el candidato.
Igualmente, reconoció que con Cambio Radical las cosas están avanzadas y solo está pendiente de una reunión de las directivas de esa colectividad. Vargas Lleras (quien obtuvo la mayor votación para Senado en Bogotá en las pasadas elecciones) ya ha hablado de su respaldo a Peñalosa.
Aseguró que con los dos jefes de esos partidos únicamente habló de acuerdos programáticos y no se hizo ningún tipo de acuerdo burocrático.
Lo que no se ha definido es qué va a pasar con las listas para Concejo. Tanto el Partido Liberal como Cambio han expresado su intención de que los candidatos peñalosistas hagan parte de sus listas.
Este es uno de los escollos que tiene Peñalosa, pues integrar un listado con su gente cercana podría afectar las alianzas, pero tampoco puede distribuirlos en otras listas, pues como lo ha dicho antes, "no son fichas de ajedrez".