La licencia tiene molestos a los vecinos del sector de la Avenida Chile y los barrios Rosales, Emaús y Quinta Camacho, en el norte de Bogotá, que auguran caos vehicular en el exclusivo sector.
A las voces de rechazo por la edificación de esta obra en medio de un sector residencial se sumó ayer la de la Personería, que anunció que esta semana interpondrá un recurso de apelación ante la Secretaría de Planeación para que revoque la licencia por segunda ocasión.
La decisión de otorgarle a la firma Pedro Gómez y Compañía la licencia de construcción fue adoptada el pasado 25 de enero por la Curadora Urbana 4, Nohora Cortés Cuéllar, quien defendió su actuación argumentando que solo cumplió con su deber.
"Puede -dijo el Personero Herman Arias Gaviria- que la decisión de la Curaduría atienda las normas del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), pero desconoció la necesidad de los estudios de movilidad establecidos en el Código Nacional de Tránsito. En este punto es en el que vamos a insistir".
"Más allá de la discusión zonal o metropolitana de la obra, la Secretaría de Tránsito ya se ha pronunciado sobre la inconveniencia de este proyecto en materia vial. Considero que construir desconociendo este aspecto es un atropello contra la ciudad", explicó Arias.
La Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá aseguró que encontró supuestas irregularidades técnicas y arquitectónicas, que también serán denunciadas ante Planeación Distrital.
'Error de interpretación'
"Además de los problemas de movilidad que se presentarían en la zona, hay errores de interpretación por parte de la Curaduría 4, porque siguen existiendo condiciones que van en contra del paisajismo", sostuvo el director ejecutivo de la Sociedad, Juan Luis Moreno.
Según Moreno, entre otros varios problemas técnicos que argumentan la queja de la Sociedad de Mejoras, "las áreas comerciales que se ven en los planos sobrepasan en 9 metros la escala zonal y pasan a ser de carácter metropolitano. Además, por ley, en el 4 nivel debería haber un equipamento comunal privado, pero al parecer allí van a habilitar una plazoleta de comidas abierta al público".
Con el fin de zanjar la discusión de si es obligatorio o no un estudio de tránsito en este tipo de obras (a la luz del Código Nacional de Tránsito), la Asociación Amigos de la Quebrada la Vieja, que reúne a varios residentes del sector, interpuso hace un mes en un juzgado de la capital una acción de cumplimiento.
"El recurso fue devuelto por el juez porque faltaba un requisito de fondo. Una vez sea completado acompañaremos a la comunidad en este proceso", señaló el Personero.
"Asumiremos la revisión de licencia expedida por la Curaduría solamente con ocasión del recurso que interpongan terceros interesados contra dicho acto administrativo", anunció el nuevo secretario Distrital de Planeación, Fernando Rojas Rojas.
"En este evento el equipo técnico y jurídico evaluará tanto la correcta aplicación de las normas urbanísticas vigentes al momento de la solicitud, así como los aspectos jurídicos y procedimental, lo cual concluirá en un acto administrativo que confirme o revoque la licencia", concluyó.
Dos años de trámites accidentados
El 30 de noviembre del 2005, la Curaduría 2 autorizó la licencia de
construcción. Sin embargo, el 29 de junio del 2006, Planeación Distrital revocó esa licencia porque en el primer piso se iba a construir más de lo permitido y el espacio para bicicletas no era el exigido.
El 17 de noviembre, los constructores radicaron una nueva solicitud en la Curaduría 4, y esta aprobó la licencia.
El 27 de julio del año pasado, la entonces Secretaría de Tránsito y
Transportes (STT) objetó la construcción de Quinta Avenida .
En una carta dirigida a Planeación, el Subsecretario Técnico de la STT, Luis Felipe Castro, afirmó que tras analizar "los niveles de servicio y capacidad que tienen actualmente las vías e intersecciones del sector(...) esta Subsecretaría considera no viable técnicamente" su construcción.