La falta de dichas exigencias para los 644.072 vehículos de transporte público (carga y pasajeros) y los 4'348.272 particulares tiene varias causas: presiones empresariales, falta de decisiones para expedir Reglamentos Técnicos (RT) e improvisación oficial, pues hace cinco años el Ministerio de Comercio derogó las RT de autopartes pues no encajaban en las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero no las remplazó.
En síntesis, los consumidores deben atenerse a lo que afirmen los vendedores. Los temores se centran en el mercado de repuestos, con marcas poco reconocidas.
Algunos sectores pretenden que los RT sean un escudo para protegerse de la competencia. Otros buscan una reglamentación laxa en seguridad, o que no la haya, de manera que las autopartes que pasen las pruebas de laboratorio lleguen al mercado sin obstáculos.
El director de Regulación del Ministerio de Comercio, Ramón Madriñán, dependencia encargada de expedir los RT, señala que estos deben tener costos-beneficios claros, teniendo en cuenta si la reducción del riesgo para las personas es mayor que el costo en que se incurre.
Madriñán y el Superintendente de Industria y Comercio (SIC), Jairo Rubio, entidad encargada de velar porque se cumplan los RT, señalan que para la OMC los reglamentos tienen el objetivo legítimo de que los productos no atenten contra la salud y la vida humana y animal y el ambiente, pero si tienen un denso ropaje técnico, pueden ser excusa para obstaculizar el comercio.
Si no hay reglamento técnico, comenta Escobar, "no tengo nada que hacer cumplir", aunque aclara que su despacho sí puede salir en defensa del consumidor por la información engañosa del vendedor de un producto y exigiendo que este cumpla la función para la cual se fabricó.
Cuando existe un reglamento técnico, el cumplimiento de sus exigencias por un producto es avalado por una certificadora previamente acreditada por la SIC, que también acredita los laboratorios donde se hacen las pruebas.
La acreditación, dice Rubio, es uno de los trabajos más delicados y exigentes de la SIC, pues con ella certificadoras y laboratorios (nacionales y extranjeros) constatan (certifican) que los bienes y servicios cumplen con los requisitos mínimos de seguridad contemplados en el RT.
Apretando el cinturón
Según Ramón Madriñán, de Regulación del Ministerio de Comercio, en el 2005 se expidió el RT paracinturones de seguridad, pero el 28 de junio fue aplazado. Según Madriñán, la SIC solo había acreditado a un certificador.
Productores europeos dicen que las pruebas son muy costosas y que con un solo certificador este puede cobrar más de lo debido. La acreditación es voluntaria. El jefe de Regulación del Mincomercio confía en que en uno o dos meses haya luz verde al reglamento.
Vidrios a la espera
Se estima que en dos meses estén los reglamentos para vidrios frontales y laterales, y blindados. Deben garantizar que los vidrios se desmoronen, sean traslúcidos y protejan la vida. Se trabaja con Indumil para que las pruebas de balística sean en el país, pues son en Estados Unidos, Europa e Israel, pero el laboratorio de Indumil no está acreditado ante la SIC.Frenos en veremos, y llantas, rodando
El reglamento técnico para frenos 'está crudo'. Ni siquiera hay un anteproyecto para discutir. En la oficina de Regulación del Ministerio de Comercio andan ocupados con el RT para los cinturones de seguridad y para el de los vidrios frontal (parabrisas) y laterales de los vehículos.En llantas, aunque con tropiezos para las reencauchadas, la discusión sobre el RT está bastante avanzada, para lo cual se tomó como base una propuesta del Icontec.
JORGE CORREA C.
REDACCIÓN ECONÓMICA