En su finca de Sabanalarga (Atlántico), José Contreras decidió sembrar 200 hectáreas de eucalipto, una especie maderable que 'pinta' como un buen negocio para diversificar los ingresos de la finca.
Así, Contreras sacrificó parte de los lotes donde pasta un ganado de ceba, en espera de generar más y mejores ingresos con la venta de la madera; sin embargo, sus animales no quedarán marginados, pues una vez pasen dieciocho meses podrá volver a comer allí, bajo la sombra de un nuevo cultivo.
Este modelo silvopastoril, fue presentado a los ganaderos del Atlántico el pasado mes de julio, como una alternativa de diversificación para las fincas de la zona.
La idea fue estructurada por la Fundación para el Desarrollo de Alianzas Estratégicas (Fundalianza) con el objetivo de sembrar, en un plazo de seis años, 10.000 hectáreas con esta especie en el Atlántico.
"Esta cuenta con recursos de financiación, entre otros, de Finagro, aportes del sector privado (Madeflex S.A.) y recursos de cooperación por parte de la Agencia Internacional para el Desarrollo (Usaid)", dijo Fabián Daza Ariza, director ejecutivo de Fundalianza.
Para los ganaderos, el esquema del negocio en este tipo de plantaciones forestales se hará bajo el sistema de cuentas en participación, que se formaliza por medio de un contrato, en el que se establecen los compromisos de las partes y el porcentaje de participación en el aprovechamiento de la madera.
Para ser beneficiario del proyecto solo basta acreditar la propiedad de la tierra y comprometerse a hacer el mantenimiento de la plantación, de acuerdo con las recomendaciones estipuladas por el asistente técnico.
El operador del proyecto, Madeflex, provee el material vegetal (plántulas), presta la asistencia técnica, administra los cultivos y facilita sistemas de economía de escala para la compra de los insumos necesarios.
También se encarga de comercializar la totalidad de la madera obtenida en las plantaciones.
Este es el eucalipto
El árbol, originario de Australia y del cual se conocen unas 500 especies, es una de las más utilizadas por los industriales de la madera, en todo el mundo. El producto es valorado por su dureza y por la diversidad de usos que puede dársele para estructuras de edificios, postes para telefonía, producción de papel y sus derivados, sujeción de taludes, elaboración de tableros de fibras, pisos y maderas decorativas, entre otros.
Los árboles son de rápido crecimiento y pueden aprovecharse a partir del sexto año de haberse cultivado (entresacas), mientras que a los 12 debe hacerse la extracción total.
Las zonas que registren más de 22 grados centígrados y entre 800 a 1.600 milímetros anuales de lluvia son ideales para su cultivo.
Barranquilla
Plan silvopastoril
Los llamados sistemas silvopastoriles consisten en hacer un manejo integrado de los árboles, los bovinos y los pastos en un mismo lote.
En el caso del eucalipto, su copa estrecha permite la penetración de los rayos solares al suelo y el crecimiento de los forrajes, proporciona sombra al ganado y reduce la temperatura ambiente en cerca de 4 grados centígrados.
Como bondades, en este modelo de producción, los animales ganan más peso por registrarse una menor temperatura, además de la digestibilidad y la cantidad de proteína que pueden tener los pastos bajo la sombra; igualmente, se notan disminuciones en el ataque de plagas y enfermedades y, por ende, se reduce el uso de plaguicidas.
Para este sistema se recomienda sembrar el eucalipto a una distancia de 4 metros entre hileras y 2,5 metros entre árboles; así se logra una densidad de 1.000 árboles por hectárea.