Estos recursos provienen de un crédito externo de 50 millones de dólares aprobado recientemente por el Ministerio de Hacienda.
Ese dinero estará destinado específicamente a la reorganización, rediseño y modernización de las redes de prestación de servicios de salud en algunas de las regiones más apartadas del país.
De la misma forma, también están programadas inversiones dirigidas a la implantación del sistema obligatorio de garantía de calidad y la renovación tecnológica. Para ellos, se acordó un programa conjunto de crédito blando con Findeter por 180 mil millones de pesos.
Las propuestas de restructuración fueron presentadas por cada una de las entidades territoriales, de las cuales 25 tienen la aprobación del Ministerio de la Protección Social y del Departamento Nacional de Planeación.
De acuerdo con datos del ministerio de la Protección Social, 179 hospitales públicos de primero, segundo y tercer nivel de complejidad han sido reestructurados en 24 departamentos en el marco de este programa.
En ese proceso se han invertido 643.000 millones de pesos, procedentes del presupuesto general de la Nación y de créditos con la banca externa. A ello se le suman los 138.000 millones de los departamentos. En total, la inversión llega a 781.000 millones de pesos.
Con esa plata se han pagado liquidaciones y obligaciones laborales por supresión de cargos, se ha saneado una serie de pasivos laborales de trabajadores que aún están laborando y deudas con otras entidades.
"Esta reestructuración ha significado la salvación de dichos hospitales, la mayoría de los cuales presentaba una situación de ineficiencia y quiebra inexorable y de cesación de pagos en muchos casos", aseguró el ministro de la Protección Social, Diego Palacio.
De las clínicas y hospitales reestructurados, 124 fueron ajustados entre el 2002 y el 2005, con inversiones pors 587.000 millones, provenientes de aportes del Gobierno y de cofinanciación de las entidades territoriales.
El anuncio de las nuevas restructuraciones se produce en momentos en que se conoce el resultado negativo de las reformas al Seguro Social.