A diario, los bogotanos reciben bocanadas de humo negro proveniente de los buses troncales de TransMilenio, de los del SITP y de los llamados provisionales que aún no han salido de circulación. Y aunque muchos no han cumplido el tiempo máximo de antigüedad permitido por la ley –entre 12 y 20 años–, parece evidente su reemplazo.
De acuerdo con la Secretaría de Ambiente, entre el 2016 y el 2017, de los 7.116 buses del SITP (incluyendo los que ya han sido retirados) y de 4.684 buses de TM (incluyendo los buses troncales, duales y alimentadores), el 28 por ciento de los del SITP no cumplieron con las normas medioambientales y fueron rechazados. Por su parte, el 11 por ciento de los buses de TM no pasaron la revisión.
Por esa razón, este año 4.866 buses provisionales –aquellos que hacían parte del Transporte Público Colectivo (TPC)–,y que todavía prestan servicio de manera ordinaria y con poco control, deben unificarse por completo al Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) o ser chatarrizados.
“A partir del segundo semestre del 2017 se iniciará la transición de los buses que se conocen como provisionales, para dar paso a la unificación del SITP que debe culminar a finales del 2017. Pero, mientras se realiza ese proceso de adecuación, se extenderá la operación especial y transitoria del provisional por un término que se definirá en las próximas semanas, con el fin de no desatender la demanda de usuarios cubiertos por este esquema (Suba centro, Perdomo y Fontibón)”, explicó de manera escueta y sin mayores detalles la empresa TransMilenio.
Cabe señalar que, según la Ley 105 de 1993 y la Ley 276 de 1996, la vida útil de los vehículos de transporte público en Colombia, como TransMilenio y los buses provisionales, es de máximo 20 años o de 1,5 millones de kilómetros recorridos. Pero cuando prestan servicio para el SITP, pueden tener hasta 12 años de antigüedad, de acuerdo con el Ministerio de Transporte.
Así las cosas, los buses provisionales que aún tengan menos de 12 años se integrarán a la flota de 6.630 buses de las siete empresas que hoy son operadoras del SITP.
De esos 6.630 buses, 3.491 vehículos son ‘jóvenes’ (de menos de cinco años), pues ingresaron entre el 2013 y el 2017, de la siguiente manera: 1.029 buses en el 2013; 1.973 en el 2014; 273 en el 2015; 166 en el 2016, y 50 en lo que va del 2017.
Mientras tanto, la salida de buses viejos provisionales ha sido de tan solo 330, desde el 2015 hasta la fecha. En el 2015 salieron 21 buses; 230 en el 2016 y 79 a lo largo del 2017.
Troncales de TransMilenio
En cuanto a renovación de los buses articulados de TransMilenio, la empresa de transporte señaló que en diciembre del año pasado abrieron la licitación para reemplazar 773 buses de la fase I del sistema, correspondientes a los que circulan por la calle 80 y la autopista Norte. Esta licitación debe quedar adjudicada en junio de este año, y los buses nuevos deberían comenzar a rodar a finales del 2018.
“Se van a sacar los buses que lleven 20 años de circulación y no se les expedirá tarjeta de operación. Uno de los principales criterios que se tendrán para el retiro de los buses será el modelo de fabricación”, explicó TM.
La empresa agregó que dentro de esa flota hay 330 buses por renovar, que son los que con más urgencia se deben reemplazar, porque fueron adquiridos cuando comenzó la implementación del sistema en el año 2000; es decir, son los que más se aproximan a los 20 años permitidos.
Es importante aclarar que la licitación que comenzó en diciembre del 2016 para renovar la flota de la fase I de TransMilenio la debió haber iniciado la administración anterior en el 2014. Pero durante el tiempo que tardó la realización de esa licitación y mientras se definía cómo iba a ser la llegada de los nuevos vehículos, TransMilenio acordó una prórroga con los dos operadores encargados del servicio de esos 330 buses más antiguos: Express del Futuro y Metrobús, para que pudieran seguir en circulación. Estos operadores culminaban su contrato en septiembre del 2016.
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Ahora bien, para TransMilenio, los nuevos buses que empiecen a llegar, tanto al sistema troncal de TM como al servicio zonal del SITP, deberán utilizar tecnologías probadas como el diésel Euro VI, que tienen una mínima emisión de material particulado y los más altos estándares de exigencia en el mundo. Se espera lo mismo para los que usan gas y no se descarta usar nuevas tecnologías como los buses eléctricos hibridos.
Por su parte, la Secretaría de Ambiente afirmó que la entidad busca que las emisiones de gases y de material particulado de los vehículos con motor diésel, vinculados a las empresas de transporte público colectivo y de carga, como SITP y TM, tengan emisiones de humo (opacidad) un 20 por ciento por debajo del límite establecido en la Resolución 910 de 2008 y la Resolución 1304 del 2012.
En esta última también queda claro que los contratos de concesión de las fases I y II, que sean renovados o prorrogados, como los firmados con Express del Futuro y Metrobús, tendrán que instalar sistemas de control de emisiones en un plazo de seis meses máximo.
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Sin embargo, para Néstor Rojas, experto en aire y director de la Facultad de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad Nacional, los buses del SITP y TransMilenio deberían salir de circulación una vez comiencen a emitir humo negro y no cuando cumplan el tiempo máximo permitido por la ley, como es el caso.
“Cuando los buses comienzan a botar humo negro (a simple vista, una señal evidente de contaminación), no deberían circular más. Hay buses que pueden ser ‘relativamente nuevos’ y por la falta de mantenimiento y adecuación del motor a las condiciones de Bogotá pueden contaminar igual que un bus viejo”, explicó Rojas.
El experto agregó que las empresas operadoras de TransMilenio y del SITP deberían tener estándares únicos para el mantenimiento de los vehículos de transporte público, para evitar así que entre los buses que tienen el mismo sistema de combustión y años de vida contemporáneos existan diferencias entre las emisiones.
VANESSA PEREA BONILLA
Redacción EL TIEMPO ZONA