Casi siete años después de ingresar al gobierno del presidente Juan Manuel Santos, donde ocupó los cargos de ministro del Interior, ministro de Vivienda y Vicepresidente, Germán Vargas deja este martes su investidura oficial para lanzarse a buscar la Presidencia en el 2018.
Vargas es hoy uno de los aspirantes a la sucesión del poder con más posibilidades de meterse en la disputa final, pero también con más dificultades para despejar su camino. (Lea también: Las movidas políticas de Vargas Lleras en su carrera a la Presidencia)
Por un lado, el hasta hoy Vicepresidente entra en la contienda con el título de haber liderado una revolución en los sectores de infraestructura, vivienda y agua potable, gracias a la confianza y apoyo que le otorgó el presidente Santos. Pero también, y no obstante estar en los primeros puestos de la intención de voto, Vargas no tiene despejado el camino en cuanto a la mecánica política.
El alto funcionario, quien ya fue candidato presidencial en el 2010, tendrá que abrirse paso ahora por entre una agitada maraña de circunstancias políticas. (Lea además: De la Calle y López, con mayor favorabilidad entre presidenciables)
Aunque es visto desde hace décadas como un hombre con autoridad, rudo, de carácter, tendrá que entrar a disputarle al uribismo un espacio en la centroderecha, que este sector se ganó luego de muchos años de oponerse de manera sistemática a hacerle concesiones a la guerrilla. (Además: Todo listo para la salida de Germán Vargas Lleras del Gobierno)
Tampoco es seguro que vaya a formar parte de una coalición con los sectores de centroizquierda, partidarios del proceso de paz.
Si la defensa del uso transparente de dineros públicos se impone como eje de campaña, Vargas tiene a favor haber impulsado el Estatuto Anticorrupción, pero deberá condenar los abusos cometidos por sectores cercanos a su partido.
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