Solo hasta que en una ocasión fue a donar sangre, Gloria Elena Castrillón se enteró que era portadora del VIH. Cuatro días después su hijo de tres años también fue diagnosticado con la misma enfermedad. Allí su vida cambió por completo.
Su exesposo, quien ya murió de VIH, les había trasmitido la enfermedad sin que ni siquiera él lo supiera. Unos años después y con el propósito de ayudar a otras familias que también padecen de VIH creó la fundación Luz de Esperanza en la que brinda bienestar social, como ella misma lo dice. Además de acompañamiento hospitalario y visitas domiciliarias, donación de kit escolares, recursos económicos en algunos casos y alimentación, en otros.
Cada día, alterna sus labores como aseadora en una corporación de la capital quindiana con su trabajo por los niños y adultos que hacen parte de Luz de Esperanza.
A final de año, realiza un gran paseo navideño para las 320 personas que pertenecen a la fundación. Incluso, hace tres años, en diciembre, cuando murió su hijo Maicol, todos creían que el evento no se realizaría pero Gloria decidió continuar en homenaje al joven, quien falleció a sus 20 años por una enfermedad pulmonar asociada al virus que padecía desde su nacimiento.
“Para los niños que nacen VIH es un poco más difícil porque las defensas ya nacen enfermas, él es mi guapo total porque le tocó pasar por muchas circunstancias en salud para poder salir adelante. Le dio ectoplasmosis, que es más frecuente en personas con VIH positivos, se le bajaron las defensas y por eso lo atacó esa enfermedad".
Fue precisamente su hijo quien la motivó a trabajar por otras personas que portaban el virus. "Cuando a uno lo diagnostican, uno se quiere morir y pare de contar pero diagnostican a Maicol y se me convierte en motor de vida, más fuerte de lo que era antes, ya sabía que tenía que luchar pero eso no quiere decir que hoy, que ya no está no tengo por quién luchar, sigo trabajando con un empoderamiento más grande que años atrás”, dijo la mujer.
En menos de dos meses, su trabajo fue reconocido a nivel local y nacional. Durante una ceremonia realizada el 20 de enero en el salón Colombia del Armenia Hotel fue proclamada como la Mujer Comfenalco Quindío 2017. El jurado integrado por la periodista Claudia Morales, la psicóloga María Elena López Jordán y el presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas de Armenia, Luis Fernando Ramírez Echeverry, la eligieron por "su entrega sin límites a los demás y por tratar de aliviar el dolor y la angustia de quienes padecen esta enfermedad".
El segundo lugar fue para Julieth Tejada Gil de la fundación Lazo Rosa y el tercero para Sandra Paola Torres Vizcaíno de la ludoteca Niños de la Esperanza.
“Sí me sorprendió mucho el día del evento cuando me doy cuenta de que soy la privilegiada. Nunca me imaginé, siempre he trabajado con todo el amor sin esperar nada a cambio. Es saber que importa lo que he hecho y que tiene sentido para muchos y que empieza a cambiar la palabra VIH por vida, progreso, calidad, etc”, relató.
Este reconocimiento la llevó a representar al Quindío en el Premio Cafam a la Mujer 'Creadoras de paz' que se realizó la semana pasada en Bogotá y donde logró una mención de honor, una estatuilla y un incentivo económico. Aunque no fue la ganadora, Gloria dijo estar "muy feliz" por la joven santandereana Jully Andrea Mora González quien ocupó el primer lugar pues esto "demuestra que la juventud también está trabajando por los demás".
Castrillón contó que se sintió muy emocionada cuando vio que proyectaron un video que mostraba su trabajo con la fundación. "Allá lo atienden a uno como a una reina y para uno que no está acostumbrada, eso es mucho, y me sorprendí mucho cuando pasaron mi video como uno de los ganadores, me dio mucha alegría saber que estuve entre las tres elegidas del grupo de 25 mujeres".
Hace un mes, Gloria viajó a Bogotá a entrevistarse con el jurado conformado por Juan Lozano Ramírez, María López Castaño, Germán Santamaría, el padre Joaquín Sánchez García, María Luisa Mora Zuleta y María Teresa Peresson de Riaño. “Regresé a Armenia y me avisaron que iban a enviar a unas personas a conocer mi trabajo, estuvieron dos días conmigo, haciendo mi trabajo”.
Desde hace algunos años, una representante del Quindío no era parte del pódium. La más reciente había sido Sonia Quintero quien ganó el Premio Cafam a la Mujer en 2010 por su trabajo con los menores de su fundación Sembrando Esperanzas. Antes, en 1999 Lucy Betancurt también fue galardonada con este premio. Además, cuatro Mujeres Comfenalco Quindío han recibido menciones de honor.
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