Dos semanas después de la captura del joven Mateo Gutiérrez, detenido por la Policía Metropolitana de Bogotá bajo cargos de participar en la oleada de ataques con explosivos perpetrada por el Eln en la capital del país en el 2015 y 2016, no aparece ninguna prueba de una versión que fue suministrada extraoficialmente por fuentes policiales y recogida por varios medios, incluido ELTIEMPO.COM: que el estudiante había estado en Cuba supuestamente recibiendo cursos de explosivos.
En la investigación y en la imputación de cargos no se menciona esa situación. De hecho, en la audiencia donde la Fiscalía logró que Mateo Gutiérrez fuera enviado a prisión preventiva sí menciona un viaje a la isla caribeña pero no alude a ninguna actividad ilegal desarrollada allá por el estudiante sindicado.
Este joven fue capturado el 24 de febrero, junto con Arturo Steven Buitrago, también señalado de participar en las explosiones.
Gutiérrez, de 20 años y estudiante de sociología en la Universidad Nacional, regresó del exterior el 12 de febrero y, según las autoridades, “al día siguiente se empezó a reunir con un grupo de personas, que la Fiscalía ya tiene vinculadas o que tiene al menos individualizadas como probables partícipes de las conductas delictivas”.
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La versión difundida inicialmente causó malestar entre las autoridades cubanas, país que tuvo un papel clave para el éxito de la negociación de paz con las Farc y que desde hace más de una década ha realizado importantes esfuerzos para encarrilar un proceso con el Eln.