Señor Director:
La mujer es un ser maravilloso, no solo por ser fuente de vida, sino de ternura y a la vez de coraje. A ellas se les deben reconocer los mismos derechos y oportunidades que a los hombres, pero, sobre todo, tienen que ser respetadas en todos los campos de la vida. No puede haber sitios vedados, empezando por los puestos importantes del Estado. Ellas tienen hoy grandes responsabilidades, no solo llegar, sino enviar el mensaje de decoro, ética y gestión. Y, por favor, que no sea cosa de un día: hay miles de mujeres cabeza de hogar que necesitan todos los días una mano amiga.
Pedro Samuel Hernández
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Señor Director:
Me refiero a su editorial ‘Más derechos que detalles’ (8-3-2017), sobre el Día Mundial de la Mujer. La ONU fija metas al 2030, la igualdad de género es el mandato. Gran ejemplo nos han dado líderes de la sapiencia y sensatez de Ángela Merkel en Europa, o de la siempre recordada santa Teresa de Calcuta, o localmente nuestra santa Laura Montoya U., quien dejó un legado imborrable en educación y valentía hace menos de siglo y medio. Incluso, Catherine Ibargüen es un ejemplo para deportistas por su tenacidad, disciplina y alegría. Todos sus derechos se le deben reconocer. Entre ellos, de administrar sus posesiones o el acceso a educarse. Estos son faros que deben orientarnos, al recordar que “a la mujer se le respeta”. No más machismo cobarde.
Diego Casabianca Escallón
Bogotá, hogar para todos
Señor Director:
En la capital, cada día hay más gente que bota basura en las calles, irrespeta filas y normas de tránsito, y se arma el caos por la intolerancia; pero ese no es nuestro problema. Bogotá aloja a miles de familias provenientes de distintos municipios y ciudades, su número de habitantes crece cada día; sin embargo, el sentido de pertenencia por esta ciudad es nulo. Es aberrante la falta de cultura, muy pocos le prestan atención a esto; parece que no son suficientes las oportunidades que ofrece, pues sus habitantes ni la respetan ni la cuidan. Hay quienes hablan de “la falta de cultura de los bogotanos”. La realidad es que esto involucra a todo el que habita en ella. ¿Por qué no hacer de Bogotá un mejor lugar para todos? No es regionalismo, es sentido de pertenencia y agradecimiento con la ciudad que nos acoge a todos.
Diana Catalina Arias
Escupitajo a falta de ideas
Señor Director:
Qué vergüenza lo acontecido en el cabildo abierto, donde se debatía la venta de la ETB. Cuando se esperaban discusiones y posiciones sensatas sobre el pro y el contra de la negociación de la empresa de telefonía, la reunión fue boicoteada y terminó convertida en un zafarrancho vulgar, donde las ofensas, raponazos, vejaciones y escupitajos estuvieron por encima de las ideas. Qué mal ejemplo el de los opositores al proyecto de venta. Y qué bajo han caído quienes creen que por las vías de hecho se obtienen los resultados.
Mario Patiño Morris
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