La discusión está servida. El turismo, ese motor económico y de las regiones históricamente marginadas, tiene el potencial de preservar la naturaleza exuberante de Colombia. O, también, destruirla irremediablemente.
En el año del turismo sostenible, EL TIEMPO tocó el tema con Carlos Vogeler, experto de la Organización Mundial de Turismo (OMT) y secretario ejecutivo de relaciones con los miembros de esta agencia de las Naciones Unidas (ONU).
¿Qué significa el turismo sostenible?
Cuando hablamos de turismo sostenible no lo hacemos únicamente en su dimensión medioambiental, sino que lo elevamos también a la económica y la social.
Implica poder desarrollar un turismo que permita mantener los recursos para futuras generaciones, ya sean naturales o culturales, pero también que el reparto económico de la riqueza que genera sea equitativo.
Todavía hay una parte importante de nuestra sociedad que no acaba de entender la conexión del turismo sostenible con el desarrollo. Hay pocas actividades que pueden tener esa gran capacidad de exportación de un bien inagotable, que es el turismo.
¿Cuáles son sus recomendaciones para Colombia en materia de ecoturismo?
Tenemos que seguir trabajando en el crecimiento, porque este genera riqueza, contribuye a mejorar las condiciones de vida de los pueblos. Nuestra recomendación sería que la gestión de los entornos naturales sea equilibrada y que generemos los recursos necesarios por medio del turismo para aplicarlos en una gestión más eficaz.
El turismo, lejos de ser un depredador del entorno medioambiental, puede contribuir a preservar mejor ese entorno. Para eso es necesario mantener los equilibrios en la gestión y las capacidades de carga.
¿Qué tipo de infraestructura se hace necesario para el ecoturismo?
Yo creo que Colombia realmente tiene una infraestructura muy adecuada. Ha hecho unos esfuerzos extraordinarios para mejorar su oferta, tiene una creatividad de producto y unos servicios que cada vez son mejores y más valorados.
¿Cuál es su opinión sobre el ecoturismo y la hotelería?
La hotelería responsable es la propia exigencia del turista. Si cualquier empresa quiere competir con éxito, tiene que escuchar y saber lo que el turista quiere.
El viajero es cada vez más consciente, y consecuentemente demanda que aquellas empresas que le van a suministrar un servicio cumplan una serie de requisitos fundamentales de sostenibilidad y protección medioambiental.
Esa también es una forma de competir. Creo que eso las empresas colombianas lo entienden muy bien.
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