De acuerdo con el estudio 'Panorama Laboral 2016 de América Latina y el Caribe', la tasa de desocupación de las mujeres en Colombia subió en el último año a 12,5 por ciento, mientras que en el 2015 había sido de 12,1 por ciento (promedio medido al tercer trimestre de cada año).
Lo anterior pone al país por encima del promedio de la región, puesto que el índice de desempleo en América Latina y el Caribe aumentó a 9,8 por ciento el año pasado, luego de estar en 8,2 por ciento.
En ese indicador, Colombia solo es superada, entre 24 países de la zona, por Jamaica (17,3 por ciento), Bahamas (14,5 por ciento), Belice (13,6 por ciento) y Brasil (13,2 por ciento).
Según el director regional de la Organización Internacional del Ttrabajo (OIT), José Manuel Salazar, el deterioro de las condiciones laborales afecta más a la fuerza de trabajo femenina y es importante insistir en buscar una mayor igualdad en el empleo. Así lo manifestó en un artículo difundido esta semana con motivo del Día Internacional de la Mujer.
“No podemos bajar la guardia”, dijo Salazar, quien agregó que las estadísticas que indican una posición menos favorable de las mujeres en un mercado laboral afectado por el lento crecimiento y en algunos casos incluso por contracción económica deben ser consideradas como “un llamado a la acción”.
De acuerdo con la OIT, dado que la fuerza laboral femenina es estimada en unas 126 millones de mujeres, la tasa de desempleo actual “significa que hay unas 12 millones de mujeres que están buscando empleo pero no lo consiguen”.
Así mismo señala que el desempleo de las mujeres hasta el tercer trimestre de 2016 había aumentado 1,6 puntos porcentuales en la tasa interanual, por encima de los 1,3 puntos en el caso de los hombres. Como resultado, de los 5 millones de personas que se incorporaron durante ese año a las filas del desempleo, 2,3 millones eran mujeres.
Según los datos del informe 'Panorama laboral de América Latina y el Caribe', de la OIT la participación de las mujeres en la fuerza laboral continuó aumentando durante el último año.
Y en los datos de la región, esa tasa de participación pasó de 49,3 por ciento a 49,7 por ciento. Pero aún así continúa muy por debajo de la de los hombres, que es de 74,6 por ciento.
En Colombia, para el periodo medido, ese indicador de participación femenina fue de 54,3 por ciento, comparado con el 74,5 por ciento que presentó el de los hombres.
En el artículo Salazar también recuerda que según las últimas estimaciones disponibles, casi la mitad de las mujeres empleadas están en condiciones de informalidad y que, según un informe de Cepal en el 2016, las mujeres ganan 83,9 unidades monetarias por cada 100 que obtienen los hombres como salario en la región.
“Estamos frente a un desafío estructural que implica cambios económicos, sociales y como sabemos también culturales. Es necesario que tanto los gobiernos como los actores sociales mantengan como prioridad esencial promover una mayor igualdad entre mujeres y hombres”, planteó Salazar.
ECONOMÍA Y NEGOCIOS