El Hospital General San Isidro, que acaba de cambiar su nombre para dejar de ser geriátrico, se recupera de un año en el que vendió servicios solo por 2.000 millones de pesos.
Así lo reconoció ayer el gerente de la Empresa Social del Estado (ESE), César Augusto Rincones, en su rendición de cuentas ante el Concejo de Manizales, que sesionó desde las instalaciones de la institución prestadora de servicios de salud (IPS).
“El primer semestre fue un poco lento y el segundo ya fue más dinámico”, dijo Rincones. Admitió que el resultado por venta de servicios fue “muy bajo para lo que realmente se espera”, pero pronosticó que este año se alcanzará la meta de 5.000 millones de pesos, si se mantiene el promedio mensual de 480 millones de enero y febrero.
El gerente quedó, sin embargo, con la tarea de responder por escrito algunas dudas planteadas por los concejales, con respecto a la transformación que se le está haciendo a la entidad por sugerencia de la Superintendencia de Salud.
Manuel Correa, del Partido de ‘La U’, preguntó cómo va el hospital a enfrentarse al sistema de salud, en el que las EPS le debían a las IPS de la ciudad más de 200.000 millones de pesos a diciembre. El conservador Ronald Bonilla recordó que el San Isidro podría dejar de recibir los ingresos del Municipio por los servicios geriátricos.
Precisamente el futuro de los cien adultos mayores que viven allí fue otro de los interrogantes en los que se centraron, sobre todo, la concejal Margarita María Méndez (‘La U’) y Jorge Alberto Betancurt (Centro Democrático), ya que el tema “no está definido”, recordó la cabildante.
Sobre el primer punto, Rincones insistió en la importancia de “fortalecer” y diversificar los servicios que allí se prestan.
En el segundo, explicó que se estudian varias alternativas. Entre estas, estarían alquilar el espacio de cuidados geriátricos a una entidad privada, mantenerlo a través de una fundación que sea propiedad del hospital o reubicar a los adultos mayores en otros centros de atención especializados. La decisión quedaría en manos de la Secretaría de Salud.
MANIZALES