El llamado dinero móvil se abre paso en los países en vías de desarrollo, en los que la población tiene difícil acceso a una cuenta bancaria, y las transacciones se hacen a través de cuentas de móvil con servicios especializados que sustituyen el papel de los bancos.
A finales de 2016 había más de 500 millones de cuentas de dinero móvil en el mundo, y hoy se realizan 30.000 transacciones por minuto o 43 millones al día, y se mueven 22.000 millones de dólares al mes en esas operaciones, el 120 por ciento más que hace un año.
Estas son las conclusiones del sexto ‘Informe sobe el estado de la industria de dinero móvil’, realizado por la asociación mundial de operadores de telecomunicaciones GSMA, que pone de relieve el impacto de dinero móvil en la vida y la economía de los países en desarrollo.
En la actualidad hay 277 servicios de dinero móvil en tiempo real en 92 países, incluyendo dos tercios de los Estados con ingresos bajos y medianos. Las cuentas registradas crecieron casi seis veces en los últimos cinco años, gracias al aumento del número de agentes.
En 2016 había más de 4,3 millones de puntos de venta de agentes registrados, de los cuales 2,3 millones eran activos en el último mes, y treinta países tienen ahora diez veces más agentes activos que sucursales bancarias, haciendo llegar el dinero móvil al alcance de millones de hogares sin servicios bancarios.
El dinero móvil ha sustituido completamente en muchos países las transacciones bancarias. En el África subsahariana hay 277 millones de cuentas de dinero móvil, superando con creces a todas las cuentas bancarias del conjunto de esos países. En Estados como Kenia, Tanzania, Uganda, Zimbabue, Ghana, Gabón, Paraguay y Namibia el 40 por ciento de la población adulta usa los servicios de una cuenta móvil.
El uso de dinero móvil se extiende en una gama cada vez mayor de aplicaciones y ya no sirve solo para el pago en comercios, sino para el abono de las cuotas escolares, de la factura de electricidad o para el envío de remesas internacionales.
El costo promedio de enviar remesas internacionales usando dinero móvil es menos de la mitad del costo de hacerlo a través de un operador global de transferencia de dinero. Además, es un buen negocio para los proveedores, que ganaron en 2016 1.000 millones de dólares, según la GSMA.
El informe señala que el dinero móvil es un motor clave del crecimiento económico en los mercados emergentes, en particular a través de la formalización de los pagos, el aumento de la transparencia y el crecimiento del PIB.
RAMÓN MUÑOZ
Ediciones EL PAÍS, SL 2017