Al menos 1.750 millones de pesos está debiéndoles Luis Fernando Álvarez Caicedo a 27 habitantes de Sogamoso, quienes le entregaron su dinero en calidad de préstamo.
Este comerciante, natural de Túquerres (Nariño), aprovechó su condición de ser cuñado de un reconocido médico para ganarse la confianza de incautos ciudadanos.
Según la Fiscalía, desde el 2011 y hasta aproximadamente el 20 de enero del 2016, Luis Fernando Álvarez Caicedo, de 53 años, se dedicó a captar dinero de varias personas, a quienes les ofrecía intereses entre el 2 y el 7 por ciento.
A algunos los convenció de que le entregaran su dinero con el pretexto de que iba a ser invertido en proyectos de vivienda avalados por la Alcaldía de Sogamoso, en los cuales esos recursos iban a generar grandes dividendos.
Unas de las víctimas incluso pidieron dinero prestado para entregárselo a Álvarez Caicedo.
Inicialmente pagó algunos intereses, pero después les pidió plazo con la excusa de que no tenía dinero en el momento.
A comienzos del año pasado desapareció de la ciudad con el dinero captado. En la Fiscalía hay 27 demandas contra este sujeto, pero se cree que el número de víctimas sea mayor.
Tras seguirle la pista, las autoridades dieron con su ubicación y fue capturado en Bogotá. Ante un juez con función de control de garantías de Sogamoso, Luis Fernando aceptó ser el autor a título de dolo del delito de captación masiva y habitual de dineros, en concurso con el delito de negativa de reintegro de los dineros captados.
El delito de captación masiva y habitual de dineros contempla una pena de entre 10 y 20 años de prisión y una multa de hasta 50 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.
El de negativa de reintegro de los dineros fija una pena de 8 a 15 años de cárcel.
La Fiscalía solicitó que se le dictara medida detención preventiva en su residencia en Bogotá por considerar que no representa una amenaza para la sociedad.
Sin embargo, la Juez Primera Penal Municipal de Sogamoso con función de control de garantías le dictó medida de aseguramiento en la cárcel de la ciudad ante la solicitud del representante de las víctimas y al determinar que sí existe peligro para la sociedad por parte del implicado.
“Se trata de una conducta muy grave. Pese a que no tiene antecedentes, no le resta gravedad a lo que usted hizo”, afirmó la Juez.