El último informe del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac) señala que el año pasado se redujo la cifra de homicidios en 280 municipios del país. Son el 37 por ciento de los 759 en los que había presencia violenta de las Farc. Además, en 224 municipios –el 29 por ciento– se mantuvo el número de casos.
Para el estudio, el Cerac tomó los reportes de Medicina Legal, que consolidó 10.677 homicidios en el 2016, y el de la Policía Nacional, con 12.076 casos. Encontraron que en los 759 municipios la tasa de homicidios alcanzó 23,92 personas por cada 100.000 habitantes en el 2016, lo que representa una reducción del 11,74 por ciento en la tasa de homicidios en estos municipios con respecto a la del 2015 (27,11 homicidios por cada 100.000 habitantes).
El alto riesgo de homicidio se reportó en Valle del Cauca, Antioquia, Arauca, Putumayo y Meta.
Sin embargo, a comienzo de año el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, alertó del aumento de casos de homicidio en departamentos donde había influencia de grupos armados y señaló: “Una vez ha cesado el conflicto armado con las Farc, necesitamos que en las zonas de consolidación en este periodo de posconflicto, la paz se consolide”.
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En el informe del Cerac se advierten como puntos negativos el aumento de muertes y amenazas a defensores de derechos humanos. También cita los ataques del Eln en La Macarena, Bogotá; al oleoducto Caño Limón-Coveñas, en Norte de Santander, y denuncias por extorsión en Arenal, Bolívar.
“Ha incrementado el riesgo de seguridad y el riesgo humanitario por parte del Eln. Es muy probable que persistan también acciones terroristas de esta guerrilla en contra de objetivos de la Fuerza Pública y contra la infraestructura económica”, señala. También habla de presencia del ‘clan Úsuga’ y ‘los Pelusos’.
Jorge Restrepo, director del Cerac, afirma que Colombia está entrando a una fase positiva, gracias a la paz. “Desde que hay cese del fuego bilateral no hay combates ni ataques de las Farc. Al terminarse la guerra, la Fuerza Pública, la Policía y las Fuerzas Militares pueden dedicarse a combatir la criminalidad y ocuparse de otras tareas que reducen la violencia y, así, proveer seguridad ciudadana en el país”.
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