Culmina este lunes la edición número 57 del Festival Internacional de Cine de Cartagena (Ficci), con la premiación a lo mejor de esta muestra en las categorías de ficción, documental, cine colombiano y cortos. El encuentro cinematográfico más antiguo de Latinoamérica apostó este año por reflexiones profundas en películas de múltiples miradas. Hubo cuotas de espiritualidad, reflexión política, redención y transformación.
El festival comenzó con un giro al darle su proyección inaugural al documental ‘El silencio de los fusiles’ y arrancar su programación al aire libre, sin protocolos, con una cinta como ‘Jackie’, del chileno Pablo Larraín, protagonizada por Natalie Portman. De la misma manera, se vio ‘Silencio’, exploración espiritual del director Martin Scorsese.
En la maratón del Festival se repitieron las largas filas para conseguir boletas, o la espera en colas de último minuto, por si alguien no llegaba a la función. Se oían frases como “si no la veo hoy, no la veo nunca”, dicha por una joven que esperó una hora para asegurar un puesto en la proyección de ‘Elle’.
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El público buscó a personalidades como Claire Weiskopf y su madre, Val, la protagonista del documental ‘Amazona’, acerca de una mujer que un día lo deja todo para vivir en la selva colombiana. Otros se cocinaron bajo el sol para ‘cazar’ al actor francés Vincent Cassel, uno de los homenajeados del festival, que se dejó ver de vez en cuando.
Hubo descubrimientos: los fanáticos del séptimo arte se aproximaron por primera vez al cine del tailandés Apichatpong Weerasethakul o al trabajo del actor francés Denis Lavant, quienes también fueron homenajeados en el evento.
Este último, actor de ‘Holy Motors’, reveló algunos de sus secretos. “No tengo una metodología de trabajo –dijo en una charla a pleno sol–. Les doy mucha atención al cuerpo y a una serie de vivencias que guardo como en una biblioteca y que salen cuando afronto un nuevo papel”, explicó ante un público atento a sus movimientos y a su indumentaria negra, que contrastaba con el calor de las 4 p. m.
Lavant le dio un tono fuera de lo común al encuentro y reafirmó lo dicho por Gabriel García Márquez: que el de Cartagena es el festival de los milagros y donde cabe todo el mundo.
El Ficci espera cerrar con más de 100.000 asistentes. “Ahora estamos más sensibles al tema de sentir al otro y plantearnos ideas relacionadas con la paz o la inclusión”, reflexiona la directora artística del festival, Diana Bustamante Escobar.
“Solamente con la idea de que podríamos vivir en paz, el cine colombiano ha comenzado a cambiar –dijo–. Ahora también hablamos de nuestra sexualidad, nuestra familia y otros temas. El festival ha sido un eco de eso y de una narrativa diferente, ya que no teníamos una narrativa cinematográfica más allá de la violencia”.
La directora destacó películas de realizadores locales como ‘X 500’ o ‘Epifanía’, que, según dijo, “comienza con la muerte y termina siendo un canto a la vida”.
ANDRÉS HOYOS VARGAS
Cultura y Entretenimiento