Un juez especializado en restitución de tierras ordenó la devolución de los predios a familias de Tibú (Norte de Santander) y Cúcuta que, empujadas por la guerra, abandonaron sus viviendas en la década de 1990.
La primera entrega se realizó en ese localidad de la región del Catatumbo, específicamente en la finca Santa Mónica, donde se hizo la entrega formal de 40 héctareas que estaban en poder del Eln, desde 1991.
Similar procedimiento se adelantó en el corregimiento Aguas Claras, zona rural de Cúcuta, donde se entregaron 15 hectáreas a una familia compuesta por ocho personas, que huyeron de la acometida paramilitar de Jorge Laverde, alias el ‘Iguano’, quien organizó un sistema de hornos crematorios para desaparecer a las víctimas en esta región del país.
“Las víctimas beneficiadas recibieron, gracias a la sentencia del juez de restitución, alivio de pasivos, subsidio de vivienda, proyectos productivos, inclusión a los programas educativos del Sena y garantías de seguridad por parte de las Fuerzas Militares”, aseguró la oficina regional de la Unidad de Restitución de Tierras en Norte de Santander.
Según la entidad, hasta la fecha se han restituido cerca de 1.675 hectáreas, en virtud de 114 fallos que han favorecido a cientos de víctimas del desplazamiento forzado del departamento.