Hacer películas con niños es como un juego más con sus hijos para el realizador chileno Andrés Waissbluth.
“No es difícil, solamente es distinto: con ellos no puedes ensayar porque van perdiendo la espontaneidad, y eso es su mayor valor”, asegura el director.
Las estrellas de su más reciente filme no superan los 10 años: Tomás Arriagada (Roberto) y Joaquín Saldaña (Lalo) encabezan el elenco de Un caballo llamado Elefante, que ya se puede ver en los cines del país.
“A los chicos hay que enseñarles a improvisar, practicar las posiciones frente a la cámara, jugar a pararse en el sitio que toca. Ese tipo de cosas son las que hay que practicar, no las actorales”, complementa Waissbluth.
Un caballo llamado Elefante es la historia de dos niños cuyas vidas cambian cuando su abuelo moribundo les pide que liberen al equino. Los chicos no sospechan que el malvado Infausto lo raptará para llevarlo al circo, pero, para rescatarlo, se embarcan en una aventura que les podría costar la vida.
La historia está inspirada en una anécdota real de los hermanos de la cantante y compositora chilena Violeta Parra.
“La película ofrece un modelo de infancia que ya no existe y que fue el que nosotros tuvimos. Hoy hay que rogarles a los chicos para que salgan de la casa a jugar, a trepar a los árboles. Se la pasan echados en un sillón con su tablet o celular todo el tiempo. No consideran escaparse, quieren estar encerrados, y a los padres nos toca echarlos a la calle”, afirma el cineasta, que también es pintor.
En la coproducción entre México, Chile y Colombia participan los actores nacionales Salvo Basile y Patricia Ércole.
Además de estrenos comerciales en Perú y México, la película también participará en festivales en Argentina, Alemania y República Dominicana, entre otros. El 2 y el 8 de abril se proyectará en el MoMa, de Nueva York, como parte de un especial de los proyectos recientes que ha financiado Ibermedia.
“Creo que tenemos que empezar a construir el imaginario audiovisual de nuestros hijos. Solamente ven películas estadounidenses, y construyen sus referentes y valores a partir de allí. La idea es que volemos e imaginemos como niños, seguro sin la técnica y la acción de algo hecho en Hollywood, pero, a cambio, aportando nuestra mirada, valores, tradiciones”, concluye el realizador.
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO