Una tela elaborada con los plásticos recogidos en las playas, mares y ríos para crear cortinas enrollables amigables con el medio ambiente es una de las innovaciones de la compañía Hunter Douglas, que el pasado sábado realizó una jornada de limpieza, en alianza con la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), en la desembocadura del río Gaira, sector de Playa Salguero, en Santa Marta.
Durante la jornada se recogieron 1.005 kilogramos de desechos, en su mayoría plásticos, que iban a parar al mar Caribe y ahora servirán de materia prima para los tejidos Sea-Tex, que se fabrican 50 por ciento con plástico reciclado y el otro 50 por ciento con fibras de poliéster de alto desempeño. Estos tejidos son usados para producir cortinas enrollables especializadas en el control solar.
El gerente general de Hunter Douglas de Colombia, Felipe Segura, dijo que más que una iniciativa esto es todo un concepto de la compañía de ser responsables con el medio ambiente y con el planeta que pretendemos dejarle a las futuras generaciones. “Forma parte de los esfuerzos de sostenibilidad que estamos haciendo en todos los frentes con nuestros proveedores, con las materias primas que usamos y con el uso que se le da posteriormente a nuestros productos para buscar ahorros energéticos y eficiencia térmica en los edificios y bajar la carga que hay sobre el planeta”, expresó Segura.
Ejemplo extranjero
La iniciativa, denominada U-Turn, también se ha realizado con buenos resultados en otras ciudades de Latinoamérica como Lima y Panamá y será replicada en otras ciudades del país. “El concepto ha entusiasmado muchísimo a arquitectos, diseñadores, líderes de opinión porque involucra desde bien atrás el concepto de sostenibilidad para edificios, oficinas y residencias”, dijo Segura.
El diseñador André Weiss, creador de la tela Sea – Tex., en conjunto con la compañía estadounidense Bionic, dijo que el cuidado del medio ambiente es una tendencia global y por eso crearon un producto que no contamina y en cuya elaboración utilizan 33 por ciento menos de energía que con otras telas porque usan energías renovables como la luz solar, el viento y el agua. Actualmente están produciendo telas no solo para cortinas, sino también para sillas y sofás.
“La gente, por lo general, piensa que una cortina de tela enrollable cómo va a hacer una diferencia, pero imagínese un arquitecto que me contacte en Colombia pensando en hacer un nuevo edificio y en este edificio necesite mil cortinas y cada una de estas cortinas son 3,5 metros cuadrados. Solamente en este edificio serán 450 kilógramos de plástico del océano y mil cortinas no es mucho es un proyecto mediano, hay miles de esos proyectos alrededor del mundo”, expresó Weiss.
SANTA MARTA