La firma Snap debutó el jueves en el mercado bursátil de Nueva York con un avance del 44 por ciento en el valor de sus acciones, con un mercado ávido de nuevas operaciones como esta, pero receloso de la rentabilidad que puede tener la inversión.
La compañía, dueña de la aplicación de mensajes de video y fotos Snapchat, había valorado el miércoles en 17 dólares la acción, pero esa cantidad fue rebasada incluso por los cálculos previos al inicio de la cotización, y al final cerró en 24,48 dólares.
Snap se mantuvo durante la sesión con un rango de precio de 23,5-26,05 dólares, con el valor consolidado prácticamente después de la apertura. La del jueves fue la oferta inicial de acciones en el mercado neoyorquino más importante desde la que protagonizó el 19 de septiembre del 2014 el gigante chino de comercio electrónico Alibaba, que se lanzó con una valoración de unos 170.000 millones de dólares.
Snap no ha llegado a esa cifra, ya que al cierre del jueves su valoración estuvo en torno a los 34.500 millones de dólares, pero, aun así, Wall Street estaba deseoso de que hubiera operaciones como la de este jueves.
El año pasado no fue un buen ejercicio para ofertas iniciales de venta de acciones, entre otras razones porque el año electoral que vivió Estados Unidos y las incertidumbres ligadas a la votación recomendaban cierta espera.
La salida a bolsa de Snap rompe esa tendencia y el mercado confía en que, a partir de este paso, se animen firmas que llevan tiempo manejando esa posibilidad, como Uber y Airbnb, aunque fuentes bursátiles descartan que las dos compañías vayan a debutar este año.
El inicio bursátil de Snap recuerda, aunque salvando las distancias, la salida a bolsa que protagonizó en mayo del 2012 la firma Facebook, aunque entonces salió con una valoración de 81.000 millones de dólares y ahora es una figura clave del mercado.
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La salida de Snap, sin embargo, a pesar del avance de hoy, no logra convencer totalmente, entre otras razones porque los resultados acumulados por la compañía dejan mucho que desear. Snap cerró 2015 con unas pérdidas netas de 373 millones de dólares, y el año pasado lo concluyó con unas pérdidas de 515 millones.
De acuerdo con algunos analistas, el avance logrado el jueves por Snap en su debut bursátil está más ligado a la novedad, a las ansias del mercado por este tipo de operaciones y a, quizás, una apuesta para el futuro. “No se puede juzgar esta inversión por el momento de su debut bursátil”, dijo a la cadena CNBC el directivo de la firma financiera Nomura Anthony DiClemente.
De hecho, sorprendió que firmas como Pivotal emitieran una primera calificación de la acción con
un valor de 10 dólares, incluso por debajo de los 17 dólares que se habían anunciado el día antes de salir a bolsa.
“Es una prometedora e innovadora oferta de publicidad, pero de momento todavía no se ha probado y es difícil cuantificar su escala final”, afirmó el directivo de esa firma Brian Wieser.
Los analistas han destacado también el hecho de que las acciones emitidas no se corresponden con derechos de voto en las decisiones de la empresa, que está controlada por sus fundadores y actuales dueños, algo que, no obstante, es un modelo que siguen compañías como Facebook o Google.
El debut de Snap se produjo un día después de que Wall Street cerrara con nuevos récords históricos en sus principales indicadores y de que el Dow Jones, el más importante, terminara por primera vez por encima de los 21.000 puntos.
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