Cientos de prestigiosas galerías de arte de una treintena de países se dan cita desde este jueves en Armory, la mayor feria de Nueva York y una de las más importantes del mundo, en la que ven la luz miles de obras contemporáneas de artistas tanto consagrados como emergentes.
Con una superficie de más de 23.000 metros cuadrados situados en la zona industrial del oeste de Manhattan, Armory, que atrae a unos 60.000 visitantes cada año, tiene como objetivo servir de nexo para los distintos actores del mundo internacional del arte y crear diálogo e impulsar el patrocinio. En concreto, 209 galerías internacionales acudieron a la edición de Armory, fundada en 1994, de las cuales 71 no estuvieron presentes el año pasado.
Entre las más consagradas se destacan Galleria Continua, Jeffrey Deitch, Levy Gorvy, Pace o White Cube, mientras que entre las más jóvenes despuntan Galerie Fons Welters o Instituto de Visión, de Colombia.
Una de las obras de arte estrella fue un prisma rectangular gigante de hormigón que permanece suspendido en el aire sin ningún tipo de sujeción. Rodeado de un gran secretismo, ‘Drifter’, como se llama la pieza, fue diseñada por Studio Drift, de Holanda, que se niega a explicar el secreto.