En el 2030, las surcoreanas vivirán 90,8 años y los hombres de ese país, 84,1 años, según un extenso estudio de la Salud (OMS), el Imperial College de Londres, la universidad inglesa de Northumbria y la Universidad de Washington en Estados Unidos, el cual analizó la esperanza de vida en los países desarrollados. En esa investigación, publicada en la revista científica The Lancet, los japoneses no se quedan atrás: ellas llegarían a los 88,4 años y ellos, a los 84 años.
Pero, además de contar con estatus económicos mayores, que repercuten en una mejor nutrición y más acceso a la atención en salud, ¿qué hacen los asiáticos para que sus vidas sean más longevas sin perder calidad en ellas?
La respuesta, claramente, podría incidir en países como Colombia, donde la esperanza de vida media es de 74,8 años, pero la calidad en salud de los adultos mayores se ve afectada por temas como la alta hospitalización y la falta de especializaciones médicas.
El caso surcoreano
Un reportaje de El Mercurio de Chile siguió la pista al estilo de vida surcoreano para entender el porqué de su longevidad. Lo que encontró, tras hablar con varios ciudadanos de ese país, es que hay políticas públicas que incentivan la actividad física regular y la alimentación saludable.
Julie Kim, de la facultad de Economía de la Universidad Diego Portales, en Santiago, le dijo a El Mercurio, además, que la dieta coreana es muy baja en grasas saturadas, azúcares o proteínas, y que se basa en vegetales, pescado, poca carne, arroz y sopas.
Por otra parte, los surcoreanos se ejercitan con una práctica que combina la meditación con las caminatas por cerros o montañas, a la que recurren en momentos de estrés. Y es que el senderismo es una de las actividades favoritas de sus ciudadanos.
Los secretos japoneses
Junko Takahashi es una periodista que en su libro El método japonés para vivir 100 años trata de explicar por qué en su país viven más de 65.000 centenarios. A través de entrevistas a los ancianos halló que, por ejemplo, la cocina japonesa es ligera y sana, alta en carbohidratos vegetales y baja en lípidos (grasas).
En Japón comen más proteína vegetal que animal –relata en su libro– y la principal fuente es la soya, básica en la comida local. Sin embargo, el aumento en el consumo de carne roja coincidió en el siglo XX con el incremento en la esperanza de vida, recoge la autora, y señala que la ingesta de grasas y proteínas cárnicas es importante para la longevidad.
Incluso, menciona que uno de los secretos de los habitantes de la isla de Okinawa, una de las más longevas del país, es combinar el alto consumo de carne con pescado, vegetales y algas.
Otro hallazgo de Takahashi consistió en que los adultos mayores siguen siendo útiles para la sociedad y la mayoría se pensiona a los 90 años, sin que ello implique quedar cesantes, pues comparten sus conocimientos con otras generaciones.
RONNY SUÁREZ
Redactor de Salud