A las 7:10 de la noche del domingo pasado, en las afueras del establecimiento El Tablazo, en Corinto, el líder social Éder Cuetia Conda fue asesinado por un sicario que le disparó en dos ocasiones.
Cuetia era comunero del resguardo indígena de López Adentro y coordinaba la seguridad campesina en la vereda Los Andes.
Este es el cuarto líder social que es asesinado en lo que va del año en este departamento.
Según la Red de Derechos Humanos del Suroccidente Colombiano Francisco Isaías Cifuentes, el líder social se había reunido minutos antes con unos amigos y un familiar.
Cuetia fue abordado por un hombre armado que vestía pantaloneta y un saco oscuro con capucha que le cubría el rostro. Tras dispararle, el sicario salió caminando y luego fue recogido por un hombre que lo esperaba en una motocicleta. Según el reporte policial, el líder social fue impactado en la cabeza por dos proyectiles de revólver calibre 38. (Lea también: 'Asesinatos de líderes sociales, el lunar que deja el 2016')
La Defensoría del Pueblo rechazó este asesinato y pidió a las autoridades esclarecer el crimen y capturar a los responsables.
El comunero además integraba la junta de acción comunal de la vereda Siberia y hacía parte del Movimiento Marcha Patriótica en el Cauca.
Desde hace 15 años, Cuetia era defensor de los derechos humanos y de los recursos naturales, experiencia que le permitió convertirse, desde el 2014, en coordinador de la seguridad.
Los otros líderes asesinados este año son: Olmedo Pito García, integrante del Movimiento Sin Tierra Nietos de Manuel Quintín Lame, quien fue atacado por un sicario el pasado 9 de enero en Caloto; el ambientalista y presidente de la junta de acción comunal del corregimiento Esmeraldas, de Mercaderes, Fáiver Cerón Gómez, asesinado el 18 de febrero por desconocidos, y Wílmer de Jesús Montoya, quien también era funcionario de la alcaldía de Corinto, el 22 de febrero.
Ante los homicidios de líderes sociales, el presidente Santos instaló el jueves pasado en Popayán la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad.
EL TIEMPO